Una decisión de la jueza 24 penal de control de garantías de Medellín pasó desapercibida. El pasado viernes 19 de agosto, la jueza decidió dejar en libertad a John Uber Hernández, el llamada el “zar del oro”, por vencimiento de términos en su proceso. Hernández sería responsable de lavar activos con un valor cercano a los $2,3 billones a través de la comercializadora de oro Goldex.
De acuerdo con la Fiscalía, el hombre habría logrado ‘blanquear’ el dinero producto de la minería ilegal a través de unas 6.000 empresas relacionadas con la comercialización y explotación del metal precioso. Por estos hechos, en enero de 2015 la Fiscalía emitió una orden de captura en su contra por los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir. De inmediato, el “zar del oro” emprendió su huida.
Fue capturado el 20 de enero del año pasado, en Montenegro (Quindío), cuando miembros de la Policía Judicial Especializada contra el crimen organizado interceptaron el colectivo de servicio público en el que se movilizaba junto a su esposa, Gloria Patricia Álvarez. De inmediato fue trasladado a Medellín, y el juez de control de garantías le impuso una medida de aseguramiento en centro carcelario.
Antes de él, ya habían caído 18 de sus colaboradores.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía, el modus operandi de la gigantesca red consistiría en “comercializar oro en pequeñas y grandes cantidades, a través de una serie de compraventas ubicadas en distintas zonas del país, con el objeto de que Goldex exportara dicho metal”. Presuntamente el oro extraído de forma ilegal pasaba de mano en mano hasta llegar a Goldex, que mediante su exportación, lo “legalizaba”.
Su importancia era tal, que antes de desparecer, en octubre de 2014, Goldex hacía el 13% de las exportaciones de oro del país. Por eso, cuando las investigaciones fueron destapadas por la Fiscalía y el Ministerio de Hacienda, el exvicefiscal Jorge Perdomo no dudó en calificar la caída de la empresa criminal como “el golpe más importante, más contundente, que se ha realizado en Colombia en materia de lavado de activos, referido con el tráfico o la comercialización de oro”.
Según ha podido establecer el ente investigador, Goldex tendría relación con el clan del Golfo, en los departamentos de Antioquia, Córdoba y Chocó. Su relación se habría tejido principalmente con dos de los excomandantes paramilitares más importantes de los orígenes de ese grupo armado organizado: los hermanos Daniel Rendón Herrera, alias “Don Mario” y Freddy Rendón Herrera, alias el “Alemán”.
El pasado 24 de marzo, la Fiscalía ocupó 23 bienes en el proceso de extinción de dominio contra los implicados en el caso Goldex. Las propiedades, entre las cuales se encuentran casas, apartamentos, sociedades y vehículos de propiedad de John Uber Hernández y su esposa Clara Patricia Álvarez, tendrían un valor de $6.000 millones. Los predios están ubicados en Medellín y los municipios de Caucasia, Rionegro (Antioquia) y Montería (Córdoba).