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¿Qué pasó en La Modelo?

La Fiscalía investiga unas 100 desapariciones que habrían ocurrido en la cárcel La Modelo de Bogotá entre 1998 y 2001.

Maria Paula Rubiano
19 de febrero de 2016 - 03:49 a. m.

Tuvieron que pasar más de 15 años para que la Fiscalía investigara aquello que, entre febrero de 1999 y mayo del 2000 denunció la periodista Jineth Bedoya en las páginas de El Espectador: que dentro de la cárcel La Modelo de Bogotá se cometían “graves violaciones a los derechos humanos por desaparición y descuartizamiento de varias personas, entre ellos reclusos, visitantes y personas ajenas al penal, cuyos restos fueron arrojados por la red de alcantarillado”. Ayer, la directora de Articulación de la Fiscalías Nacionales Especializadas, que Caterina Heyck, confirmó la decisión del ente acusador .

La fiscal reveló que solo hasta finales del año pasado empezaron a coincidir las declaraciones de diez postulados en Justicia y Paz. “Antes no se había entendido lo sistemático”, agregó. Estas versiones ocasionaron que, desde hace tres o cuatro meses, según declaraciones del director del Instituto Carcelario y Penitenciario (Inpec), general Luis Ramírez Aragón, una comisión especial de la Fiscalía haya estado buscando archivos y nombres de quienes en ese momento estaban a cargo del penal.

Las pesquisas comenzaron en el marco de la investigación por el secuestro, tortura y abuso sexual que sufrió la periodista Jineth Bedoya el 25 de mayo del año 2000, a raíz de las denuncias que ella publicó a lo largo de 15 meses en las páginas de El Espectador.

El pasado 2 de febrero, en audiencia pública, el exparamilitar Mario Jaimes Mejía, alias El Panadero –cuya exclusión de Justicia y paz fue solicitada antier por la Fiscalía- aceptó su responsabilidad en los crímenes contra Bedoya y, además de pedirle perdón, le solicitó que no olvidara a todas las víctimas de la violencia en La Modelo por los años en los que ella investigaba lo que ocurría allí. A raíz de estas declaraciones, manifestó Caterina Heyck, la Fiscalía aceptó públicamente que estas indagaciones están en curso.

Lo ocurrido a finales del siglo pasado en La Modelo fue descrito por Caterina Heyck como “un fenómeno oscurísimo”. Un fenómeno que desde este diario se documentó en detalle. Las denuncias de Jineth Bedoya comenzaron el 16 de febrero de 1999. Esa semana se habían encontrado tres túneles en el penal. En esa ocasión, la directora del Inpec, Eugenia Aguilar, aseguró que en cada patio ya habían hecho un túnel. Por estos hallazgos, anunció que en el corto plazo La Modelo sería cerrada.

De igual manera, las condiciones de vida de los internos en los centros de reclusión del país eran críticas, tanto que el 3 de marzo se convocó una Mesa de Trabajo para dirimir los conflictos en las cárceles, con participación de representantes de reclusos de los distintos grupos armados.

Mientras tanto, los asesinatos en La Modelo siguieron. A comienzos de marzo, nueve internos fueron asesinados. Un mes más tarde, el 5 de abril, murieron a manos de encapuchados otros cinco internos. Esta crisis generó que Aguilar dejara el cago como directora y en su lugar llegara el coronel activo de la Policía, Laureano Antonio Villamizar. En septiembre, se encontraron 20 nuevos túneles, y en 35 enfrentamientos armados, ya habían muerto 30 personas.

El 24 de ese mes se desató un enfrentamiento armado en el marco de la celebración del Día de las Mercedes. El motín dejó diez muertos. El 21 de octubre, tras conocerse un video de guerrilleros de las Farc en instrucción militar dentro del penal, fue retirado de la dirección Gustavo García. El 27 de noviembre de 1999, a raíz de un nuevo homicidio en el penal, se publicó en este impreso que La Modelo era “una bomba de tiempo”. La principal razón: el tráfico de armas al interior de la cárcel.

Como los enfrentamientos continuaron, dejando once muertos en una masacre en diciembre, a mediados de febrero del año 2000 se anunció mano dura para los penales y se suspendieron las visitas en La Modelo. El primero de marzo se firmó un pacto de paz que dos meses más tarde se rompió, cuando en la mañana del 27 de abril se encontró el cadáver descuartizado del líder paramilitar Carlos Alberto León, interno del patio dos, preso por homicidio.

Mientras el CTI hacía el levantamiento del cadáver, internos del patio cuatro asesinaron a otro presunto líder paramilitar, Yemar Duque Ospina. De inmediato, los presos paramilitares –de los patios tres y cinco- intentaron tomarse por la fuerza el patio cuarto. “A las tres de la tarde La Modelo era un campo de batalla”. Los internos utilizaron desde revólveres hasta ametralladoras y granadas”, informó este medio.

El caos culminó a las 4 de la madrugada del día siguiente, cuando 2.000 hombres de la fuerza pública irrumpieron con una flotilla de helicópteros, por ordenes del general Alfonso Arellano y el entonces director de la Dijín, coronel Leonardo Galindo. Cuando la operación se hizo el saldo ya era de 23 muertos. Se encontraron bombas, fusiles, escopetas, cartuchos y granadas. Jineth Bedoya siguió denunciando hasta el 25 de mayo de 2000, cuando fue secuestrada. Todo lo que le faltaba contar se quedó sin decir y es lo que la Fiscalía quiere aclarar 16 años después.

Por Maria Paula Rubiano

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