Desde 2018, la Fundación Acción Interna conmemora en diferentes cárceles del país el mes del Orgullo LGBTI. Este año el epicentro fue el centro penitenciario La Modelo en Bogotá. El pasado 31 de julio, docenas de reclusos se tomaron este lugar para defender los derechos de las personas con orientación de género diversa que cumplen alguna condena.
Andrea* es una de esas mujeres trans que se unió a la celebración. Ella está pagando una condena en La Modelo por haber asesinado a un hombre que durante décadas la discriminaba por ser una mujer trans. Sin embargo, privada de la libertad, decidió luchar para que otras mujeres y hombres LGBTI no tengan que llegar a la violencia por defender lo que han decidido ser.
“Promovemos el respeto y la dignidad tanto dentro como fuera de los centros penitenciarios, y estamos convencidos de que las cárceles deben ser espacios inclusivos y diversos”, afirmó Johana Bahamón, directora de la Fundación, a través de un comunicado. Durante más de 10 años, Bahamón ha generado espacios de inclusión y restauración para personas privadas de la libertad.
En medio de un lugar hostil con historias de violencia, la conmemoración incluyó música, colores y desfiles para honrar la vida de quienes pese a la discriminación han decidido crear espacios de liderazgo en un lugar estigmatizado. Según el censo realizado en los Establecimientos de Reclusión del Orden Nacional (ERON), hay 1.949 personas autorreconocidas como LGBTI en las cárceles colombianas, parte de esa población, en su mayoría, está en La Modelo.
A comparación de años anteriores, el evento en esta ocasión se hizo en medio de varias restricciones. Ante la situación que enfrenta la cárcel por el asesinato del director Élmer Fernández y las amenazas que han sufrido servidores del INPEC por bandas que delinquen dentro de la prisión, la conmemoración se realizó en un pequeño auditorio con solo personas LGBTI.
“En años anteriores podíamos desfilar por varios patios de la cárcel, este año fue distinto, pese a esto y a las demoras para conmemorar el orgullo, hicimos un ejercicio de inclusión y reconocimiento de nuestros derechos”, manifestó Andrea*.
El evento contó con Matilda González, una lideresa LGBTI, quien también brindó pedagogía sobre la Ley Integral Trans, que pretende acabar con los espacios de vulneración que también sufren las personas privadas de la libertad. Asimismo, se contó con la colaboración del Grupo de Prisiones de la Universidad de los Andes y el equipo de custodia y vigilancia de la Cárcel Modelo, quienes reafirmaron su compromiso con la creación de espacios de expresión artística y cultural.
La fiesta del orgullo también llegó a las cárceles para reafirmar un compromiso de las instituciones con la inclusión, el respeto y la diversidad.
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