Mónica del Pilar Roa López es abogada de derechos humanos, actualmente es directora ejecutiva y fundadora de Puentes. El logro más importante de su activismo fue en 2006, cuando desde Women’s Link Worldwide lideró el proceso para la despenalización del aborto en tres causales en Colombia.
Durante años, ejerció y defendió al litigio estratégico, entendiendo al derecho como una herramienta de cambio social, pero cuenta que se estrelló con los límites de su profesión. Después de conversaciones y reflexiones sobre qué más podría hacer, se unió con colegas en Latinoamérica y juntos crearon lo que ahora es Puentes.
En su recorrido por el activismo de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, concluyó que era necesario ir más allá de la aplicación de las normas y de los códigos. “Hay que también avanzar en el cambio cultural y es la combinación de las dos cosas las que hacen que el cambio social sea sostenible”, dice Roa. Todo esto desde el exilio, pues desde el 7 de mayo del 2012, sobrevivió al ataque de un desconocido, quien disparó su arma en las oficinas de la organización en la que ella trabajaba en Bogotá.
En España, lugar que la acogió, se dedicó a revisar cómo hacer el activismo más global, cómo conectar entre regiones esas sociedades que desean cambiar, cruzar fronteras para crear un movimiento global. De esta manera es que desarrolla la idea de Puentes, en 2018, con el objetivo de fortalecer el poder narrativo de Latinoamérica. “Nace Puentes queriendo facilitar esas conexiones, conexiones entre movimientos, conexiones entre disciplinas, conexiones entre regiones”, explica la abogada.
Roa explica que tras conocer decenas de grupos de mujeres, de población LGBTIQ+, colectivos por los derechos raciales o ambientales, se dio cuenta de que todos soñaban el mismo mundo. Que había diferencias en sus formas de lucha o en sus agendas, pero quizá no en los valores y las formas de entender las sociedades, ni mucho menos el objetivo de tener justicia social. Estaba la posibilidad de conectarse.
Uno de los principales objetivos de Puentes, desde que comenzó a funcionar en 2019, es brindarles a los activistas el poder narrativo de sus causas. En palabras de Roa: “Para crear el mundo que queremos ver, no debemos solo hablar de lo que rechazamos, sino hablar más de cómo sería el mundo si todas nuestras causas ganan. Y como esas historias de ese mundo deseado, nos ayudan a invitar a más gente a unirse a nuestro trabajo para construir ese mundo colectivamente”.
Conectar a los activistas, a los movimientos sociales implica para Roa y el equipo de Puentes promover la generación de discursos que conecten con nuevas audiencias y las emociones de la gente.
“Todos queremos promover la dignidad y podemos contar múltiples historias de dignidad que tengan sentido para los diferentes movimientos, pero al final todos estamos hablando de dignidad porque queremos un mundo en donde la dignidad se convierta en norma. Entonces lo que tenemos que hacer es contar historias que nos permitan ilustrar cómo sería ese mundo en donde la dignidad ya es norma”, detalla Roa.
En general, el trabajo de Puentes busca la justicia social a través de la esperanza. Hacen convocatorias y forman activistas para potenciar sus agendas y discursos más allá de las denuncias ante las injusticias.
“Para mí lo más importante ha sido ver la reacción de tantos activistas. Reconociendo la necesidad de cambiar el chip para trabajar desde la esperanza, porque yo creo que precisamente el haber construido una práctica activista donde estamos denunciando constantemente, no solamente agota nuestras audiencias, sino que nos agota a nosotras”, concluye Roa.
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