Las víctimas de la Comuna 13 de Medellín están indignadas. Ayer, con una olla comunitaria y en una acción pacífica de arte protesta, un conjunto de artistas y organizaciones pintaron en el puente del Mico, en la autopista de Medellín, un mural que declaraba: “Las cuchas tenían razón”. El objetivo era homenajear a las buscadoras de La Escombrera, porque gracias a su lucha, el pasado 18 de diciembre de 2023, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidos y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) lograron encontrar los primeros restos humanos en esa zona de la ciudad.
El rostro de la vocera del colectivo de Mujeres Caminando por la Verdad, Margarita Restrepo (quien busca a su hija Carol Vanesa Restrepo, desaparecida en el año 2002 cuando tenía 17 años) fue plasmado en la obra que hoy fue borrada, tapada con pintura gris por empleados de la Alcaldía de Medellín. Ante esto, en una publicación vía X, de la cual el alcalde Federico Gutiérrez eliminó la posibilidad de comentar, escribió: “Acá hay respeto por las expresiones artísticas y las apoyamos, y al mismo tiempo tenemos claro que el espacio público de la ciudad es de todos y hay mantenerlo limpio y bonito”.
Sin embargo, hay varias preguntas desde el colectivo de líderes y artistas, quienes en presencia de víctimas de la Comuna 13, pintaron el mural. Una de ellas es “¿por qué quieren borrar la memoria?”. Así mismo, el doctor en Ciencias Humanas y Sociales Max Yury Gil, escribió en X: “Que la Alcaldía de Medellín borre mural en honor a víctimas de la comuna 13, es una conducta absolutamente reprochable, constituye una afrenta y una revictimización y es una violación al derecho humano, a la memoria y a la libertad de expresión”.
Una disputa por la memoria
La semana pasada, una controversia por el borrado del grafiti “Nos están matando” en un muro cerca de la Estación Acevedo de Medellín, dedicado desde 2020 a denunciar el asesinato de líderes sociales, reabrió el debate sobre el arte urbano en la ciudad. La intervención inicial del Distrito, bajo el pretexto de aseo, y su posterior restauración por colectivos grafiteros desataron una batalla simbólica y política, intensificada por la acción de Andrés Rodríguez, conocido como “El Gury”, concejal del partido Centro Democrático.
El funcionario volvió a borrar el mural argumentando que era apología a la Primera Línea. Mientras los colectivos insistieron en su derecho a la memoria y la expresión, críticas apuntaron a la falta de implementación de políticas públicas de arte urbano, evidenciando tensiones entre libertad creativa, memoria histórica y normativas oficiales.
“No permitiremos que el gris del olvido intente borrar la fuerza y el mensaje de esta obra. ‘Nos Están Matando’ regresa a los muros no como un simple acto de restauración, sino como una reafirmación de nuestra resistencia y compromiso con la libertad creativa”, indicó en ese momento, en un comunicado, el colectivo que estuvo detrás de volver a pintar la frase.
Sin embargo, las dos acciones no vienen del mismo conjunto de personas, tal y como aclaró mediante un comunicado el colectivo Fuerza y Graffitti: “Es fundamental aclarar que la intervención en el muro “El arte no se calla”, realizada en conjunto con Mesa Graff y otros colectivos, fue una acción de apoyo colectivo, mientras que “Las cuchas tienen la razón” surgió como una iniciativa colectiva, impulsada desde el poder popular en colaboración con las madres buscadoras y diversas organizaciones. Ambas acciones, sin embargo, forman parte de nuestro trabajo colectivo, siempre acompañando a la comunidad y sus luchas”.
Además, indicaron que estas acciones no responden a intereses partidistas, “sino a la necesidad de visibilizar el sufrimiento de las víctimas y generar conciencia social sobre las injusticias que nos afectan a todos”. Ahora, el debate crece, la ciudad está llena de murales en honor a la memoria, cerca al que borraron, dice “Orión nunca más”, que más que una disputa entre el gris y el color, es sobre la memoria histórica que ha marcado la ciudad.
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