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Antes de regalar una planta: así puede asegurarse de que esté en buen estado

Regalar una planta también implica saber cuidarla, por eso aquí le compartimos algunos consejos prácticos para mantenerla sana y bonita desde el primer día.

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La  Huerta
02 de mayo de 2025 - 05:13 p. m.
Table side the window and plants pot
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Foto: Getty Images/iStockphoto - imnoom
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Si está pensando en tener una planta en casa o en regalar una, seguramente querrá hacer una buena elección. Sin embargo, no siempre es fácil escoger la planta adecuada. Es importante tener en cuenta su estado de salud y si se adapta bien al espacio donde estará. Por eso, a continuación le compartimos algunos consejos y trucos para ayudarle a elegir con seguridad y acierto.

Lo primero que debe tener en cuenta al elegir una planta es su estado de salud. Y es que según Gloria Pérez, fundadora del Vivero Jardines Julia, no necesita ser un experto para identificar si está en buenas condiciones, basta con observar con atención.

“Una planta saludable presenta un follaje firme, con buen color, sin manchas ni bordes secos. También es importante revisar si hay señales de plagas visibles, como pequeños insectos voladores (palomillas), acumulaciones blancas parecidas al algodón (cochinilla) o pulgones. En el caso de las plantas con flores, estas deben lucir frescas, con colores vivos y pétalos en buen estado, sin señales de marchitamiento. Estos detalles le ayudarán a tomar una decisión más segura”, aseguró la experta.

Otros consejos que debe tener en cuenta son:

  • Considere el espacio y las condiciones del lugar: Antes de comprar, piense dónde ubicará la planta. ¿Hay buena luz natural? ¿Es un espacio interior o exterior? Algunas especies necesitan sol directo, mientras que otras prefieren sombra parcial o luz indirecta. Además, es importante tener en cuenta la ventilación, la humedad del ambiente y la temperatura promedio del lugar. Elegir una planta que se adapte a estas condiciones evitará que se deteriore rápidamente.
  • Pregunte por los cuidados básicos: No dude en consultar al vendedor sobre los cuidados que requiere la planta: frecuencia de riego, exposición a la luz, si necesita poda o fertilización. Así podrá evaluar si tiene el tiempo y las condiciones necesarias para mantenerla saludable.
  • Tenga en cuenta su estilo de vida: Si viaja con frecuencia o tiene poco tiempo, opte por plantas de bajo mantenimiento, como las suculentas, sansevierias o pothos. Estas especies resisten mejor la falta de riego y cambios en el ambiente, lo que las hace ideales para principiantes o personas con rutinas ocupadas.

Un aspecto importante a tener en cuenta al regalar una planta es si se desea obsequiar un ejemplar joven, que apenas inicia su desarrollo o está próximo a su primera floración, o una planta más madura y establecida. Esta decisión influye tanto en el tipo de mensaje que se transmite como en el nivel de cuidado que requerirá la planta.

Según Pérez, las plantas en floración generan un impacto visual inmediato y suelen despertar una reacción emocional positiva. Son ideales para quienes valoran resultados visibles desde el primer momento, aunque pueden requerir cuidados más específicos para mantener su apariencia, como riegos más frecuentes, buena iluminación o abonos periódicos. Por otro lado, una planta en crecimiento representa procesos a largo plazo, resiliencia y adaptación. Estas suelen necesitar un acompañamiento más constante al inicio, como un seguimiento del riego, del trasplante o de la exposición a la luz, pero también ofrecen la oportunidad de aprender y fortalecer habilidades de cuidado.

“Elegir entre una planta joven o madura dependerá del contexto y de la persona que la recibe: si tiene tiempo y disposición para involucrarse en su mantenimiento, o si prefiere una especie más estable y de bajo mantenimiento. En ambos casos, regalar una planta es una forma de ofrecer vida, crecimiento y conexión con la naturaleza”, puntualizó.

Cuando llegue a su casa o antes de regalarla, revise lo siguiente:

Observe la base de la maceta: si las raíces sobresalen por los orificios de drenaje, es posible que la planta esté en un recipiente demasiado pequeño o que lleve mucho tiempo sin ser trasplantada. Aunque esto no siempre representa un problema inmediato, puede ser señal de que pronto necesitará más espacio. También es recomendable evitar plantas cuya tierra esté excesivamente seca, encharcada o desprenda mal olor, ya que esto puede indicar un riego inadecuado o problemas en el sustrato.

“Las plantas suelen venir en contenedores de color oscuro (excepto las orquídeas), lo que dificulta observar el estado de las raíces. Sin embargo, cualquier afectación en ellas se reflejará en el follaje y las flores. Si las raíces huelen mal o están negras, es señal de enfermedad o deterioro. Si sobresalen por debajo de la maceta, es un indicio claro de que requieren un trasplante a un recipiente de mayor tamaño para seguir creciendo de forma saludable. Eso sí, el trasplante debe hacerse con cuidado para no estresar la planta innecesariamente”, explicó Pérez.

Si decidió trasplantarla, considerar el tipo de maceta también resulta importante. Pérez menciona que lo primero a considerar en el transplante son las macetas, pues estás no solo embellecen la presentación, sino que pueden comunicar mayor dedicación por parte de quien entrega el regalo. No obstante, es fundamental usarlas de forma adecuada para no comprometer la salud del ejemplar.

Al incorporarlas, existen dos opciones principales:

  • Opción 1: Trasplante completo: Si se desea transferir la planta a una nueva maceta decorativa, es necesario elegir un recipiente con dimensiones similares a la maceta de cultivo original y que cuente con orificios adecuados para el drenaje. Se recomienda realizar este cambio varios días antes de entregar la planta, para que tenga tiempo de adaptarse al nuevo entorno y evitar un posible estrés fisiológico.
  • Opción 2: Sistema de doble maceta: Otra alternativa consiste en colocar la planta, sin retirarla de su contenedor original, dentro de una maceta decorativa de mayor tamaño. Esta opción es visualmente atractiva y menos invasiva, ya que no requiere manipular las raíces. Sin embargo, requiere atención especial al momento del riego: la planta debe retirarse temporalmente para regarse y dejarla escurrir antes de volver a colocarla en el recipiente decorativo. Esto evita la acumulación de agua en el fondo, que podría causar pudrición radicular o la aparición de hongos.

Cuidados posteriores

Un consejo fundamental es haber adquirido una planta en un vivero especializado con buena reputación, pues es mucho más que una elección de calidad: es la base para asegurar que ese obsequio natural llegue en óptimas condiciones y cumpla su propósito de causar una impresión duradera. Según Pérez, esta decisión cobra aún más relevancia cuando se planea entregar la planta el mismo día de su compra, ya que garantiza que mantenga su frescura, belleza y vitalidad.

No obstante, si la entrega se realizará días después, conviene seguir un protocolo de cuidados intermedios. Esto implica brindar a la planta un entorno adecuado mientras permanece bajo su responsabilidad. En términos prácticos, se recomienda:

  • Proporcionar la hidratación adecuada, según las necesidades particulares de la especie.
  • Realizar una limpieza del follaje, eliminando polvo o residuos que afecten su apariencia.
  • Hacer una revisión minuciosa, en busca de plagas o síntomas de enfermedades fitosanitarias.

“Un aspecto que aporta un valor emocional significativo es la inclusión de un mensaje personalizado. Este detalle transforma una simple planta en un regalo con sentido, capaz de transmitir afecto, gratitud o buenos deseos, según la ocasión. Asimismo, acompañar la planta con una guía de cuidados es una herramienta fundamental para asegurar su adaptación y desarrollo a largo plazo. Esta guía no solo ayuda a quienes no tienen experiencia previa, sino que también demuestra consideración por la persona que recibe el obsequio”, dijo la experta.

De hecho señala que una guía de este tipo puede marcar la diferencia entre una planta que sobrevive y otra que prospera. “En nuestros viveros diseñamos fichas de cuidado personalizadas para cada planta. Incluyen información clara y útil como el nombre común y científico, la familia botánica, el lugar de origen, el tipo de luz que necesita, la frecuencia de riego, la temperatura ideal, el sustrato adecuado, las plagas más comunes y sus necesidades nutricionales. Es un recurso que conecta al destinatario con su nueva planta y le facilita mucho el proceso de cuidado, especialmente si es principiante.”

Y hablando de principiante existe una amplia variedad de especies reconocidas por su resistencia y adaptabilidad para ellos. Siempre que se respeten sus requerimientos básicos —en especial los relacionados con la luz—, estas plantas pueden prosperar con un mantenimiento moderado y brindar belleza y vitalidad a cualquier espacio.

Entre las opciones más recomendadas para principiantes se encuentran:

  • Tillandsias: también conocidas como plantas de aire, no requieren sustrato y se adaptan bien a espacios con buena ventilación.
  • Bromelias: de origen tropical, destacan por sus hojas vistosas y flores exóticas.
  • Anturios: resistentes y elegantes, ideales para interiores con luz indirecta.
  • Cactus y suculentas: almacenan agua en sus tejidos, lo que les permite tolerar largos periodos sin riego.
  • Otras especies tropicales con buena capacidad de adaptación a ambientes interiores.

“Más allá de su valor decorativo, las plantas tienen un impacto profundo en nuestro bienestar integral. Diversas investigaciones científicas han demostrado que la presencia de vegetación activa zonas del cerebro vinculadas con el equilibrio emocional, favoreciendo una reducción del cortisol —la hormona del estrés—, así como mejoras en la concentración, el estado de ánimo y la sensación general de calma", puntualizó.

Al mismo tiempo, este gesto también representa una acción a favor del planeta. Cada planta —sin importar su tamaño— participa activamente en procesos ecológicos fundamentales, como:

  • La producción de oxígeno mediante la fotosíntesis.
  • La captura de dióxido de carbono, ayudando a mitigar el cambio climático.
  • La creación de pequeños hábitats urbanos, que favorecen la biodiversidad y el equilibrio ecológico.

Así, Pérez finaliza diciendo que obsequiar una planta es un acto sencillo pero poderoso: une lo personal con lo ambiental, lo estético con lo emocional, y lo simbólico con lo concreto.

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