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Tal vez haya notado que los amaneceres se han vuelto más fríos de lo habitual. Y si usted ha sentido ese cambio, es muy probable que sus plantas también lo estén sintiendo. Una ola de bajas temperaturas ha recorrido buena parte de Sudamérica, dejando heladas inesperadas, vientos cortantes y sensaciones térmicas cercanas a los 0 °C, incluso en zonas donde el frío rara vez se hace sentir.
Frente a este panorama, muchas plantas —sobre todo las que se encuentran al aire libre, en balcones, jardines o huertas urbanas— pueden sufrir daños serios si no se toman medidas a tiempo. El frío extremo no solo detiene su desarrollo, también puede quemar sus hojas, debilitar los tallos o incluso matarlas. Por eso, este es el momento ideal para revisar sus cuidados y aprender cómo protegerlas mientras las temperaturas siguen cayendo.
Disminuir la frecuencia de riego
Cuando las temperaturas descienden, muchas plantas entran en un estado de reposo o hibernación, lo que reduce sus necesidades de agua y nutrientes. Por eso, uno de los primeros cuidados esenciales es disminuir la frecuencia de riego. El exceso de agua, en estas condiciones, puede ser perjudicial: el sustrato se enfría más rápido, puede retener humedad en exceso y, en algunos casos, el agua llega a congelarse, afectando raíces, tallos y hojas.
Consejos prácticos para el riego y la ubicación de sus plantas:
- Riegue en las horas más cálidas del día, cuando hay mayor temperatura ambiental y el agua no corre riesgo de congelarse ni de enfriar demasiado el suelo.
Frecuencia de riego según el tipo de planta o cobertura:
- Césped: si no hay lluvias, riegue profundamente dos veces por semana. Cuando llueva de forma regular, puede suspender el riego o hacerlo solo día por medio si las precipitaciones son escasas.
- Sobresuelos y cubresuelos: reduzca la frecuencia a una vez por semana, siempre evaluando la humedad del suelo antes de volver a regar.
- Árboles y arbustos: requieren menos agua en esta temporada. Riegue entre dos y tres veces por semana únicamente si no ha llovido.
- Enredaderas: su necesidad de agua depende de la especie. Algunas requieren humedad constante, mientras que otras son muy sensibles al exceso de agua. Evalúe las características de cada variedad y ajuste el riego en consecuencia.
En tiempos de frío, menos puede ser más. La clave está en observar con atención y ajustar los cuidados, esto puede la diferencia entre una planta que sobrevive y una que florece con fuerza cuando vuelva el calor.
Agrupe y reubique sus plantas
Durante la temporada de frío, la forma en que se ubican las plantas puede marcar una gran diferencia en su resistencia a las bajas temperaturas. Agruparlas no solo es una estrategia práctica, sino también efectiva, ya que al estar cerca entre sí ayudan a mantener una temperatura más estable y un mayor nivel de humedad en el ambiente que las rodea.
Recomendaciones clave para ubicar sus plantas en épocas frías:
- Agrupar las plantas crea un microclima más cálido y húmedo, lo que puede protegerlas de las heladas y los cambios bruscos de temperatura.
- Ubicarlas cerca de paredes ayuda a conservar calor. Los muros absorben algo del calor durante el día y lo liberan lentamente, funcionando como una barrera natural contra el frío.
- Evite el contacto directo con el suelo. Puede colocar las macetas sobre tablones de madera, plástico o estantes, ya que el suelo frío transmite fácilmente las bajas temperaturas a las raíces.
- Use estanterías o repisas elevadas, especialmente si se encuentra en una terraza o balcón. Esta altura adicional disminuye la exposición directa al frío del suelo.
- Aproveche espacios protegidos, como invernaderos improvisados, zonas techadas o esquinas resguardadas, siempre asegurando una buena ventilación para evitar la acumulación de humedad excesiva.
Estas pequeñas acciones pueden ayudar a sus plantas a enfrentar mejor los días fríos. Adaptar el entorno, más que intervenir en la planta misma, suele ser la mejor defensa ante los cambios de clima.
Cubra sus plantas
Cuando las temperaturas bajan bruscamente, muchas plantas —especialmente las más delicadas— necesitan una ayuda extra para resistir. Una de las formas más efectivas de protegerlas es cubrirlas estratégicamente para reducir el impacto del viento, la humedad excesiva o posibles heladas. Esta práctica, sencilla, pero poderosa, puede marcar la diferencia entre una planta afectada y una que sobrevive sin daños.
Técnicas para proteger las plantas del frío:
- Cubra las plantas más sensibles con plásticos, telas o lonas. Este método actúa como una barrera contra el frío, la brisa helada o incluso la caída de nieve. Asegúrese de retirarlos durante el día si hay sol, para evitar exceso de humedad.
- Evite el uso de plásticos negros, ya que absorben calor en exceso. Prefiera materiales claros o translúcidos que permitan el paso de la luz y reflejen los rayos solares.
- Proteja árboles jóvenes o de corteza delgada envolviendo sus troncos con cartón, manta o tela. Esto ayuda a prevenir grietas por cambios bruscos de temperatura.
- Implemente la técnica del acolchado (o mulching): consiste en cubrir la base de las plantas con una capa de materia orgánica —como paja, hojas secas o compost—. Esta barrera natural actúa como aislante, protege las raíces del frío extremo y ayuda a mantener la humedad del suelo.
- Evite dejar las coberturas permanentemente sin revisión. Ventile regularmente y revise que no se acumule agua o que la planta esté demasiado encerrada, ya que esto puede favorecer enfermedades fúngicas.
Proteger las plantas no siempre requiere infraestructura compleja. A veces, materiales sencillos y acciones bien pensadas son suficientes para ayudar a que el jardín supere sin daños la temporada de frío.
Poda y fuentes de calor artificiales
Además del riego y la ubicación, hay otros detalles que muchas veces pasan desapercibidos, pero que resultan clave para mantener sus plantas sanas mientras dura el descenso de temperatura. Algunas prácticas comunes pueden, sin quererlo, ponerlas en riesgo, por lo que es importante ajustar ciertos hábitos durante esta temporada.
Recomendaciones adicionales para proteger su jardín del frío:
- Evite acercar las plantas a fuentes de calor artificial, como estufas o calefactores. Los cambios bruscos de temperatura y el aire seco que generan pueden afectar negativamente su desarrollo.
- No pode durante la temporada fría. Aunque pueda parecer necesario, es preferible dejar hojas o ramas secas, ya que actúan como una barrera natural contra el frío.
- Programe la poda para cuando el clima mejore, preferiblemente al final de la temporada fría o cuando ya no haya riesgo de heladas, momento en que la planta podrá cicatrizar mejor y reactivar su crecimiento.
Cuidar las plantas en épocas de bajas temperaturas requiere paciencia y atención a los detalles. Siguiendo estos consejos, su jardín podrá mantenerse fuerte y saludable hasta que regresen condiciones más favorables.
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