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Cercas vivas: cinco especies que embellecen y delimitan su jardín

La Duranta es un arbusto ornamental ideal para cercas vivas por su follaje denso, floración vistosa y facilidad de poda.

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La  Huerta
13 de mayo de 2025 - 07:00 p. m.
Se caracteriza por su follaje verde
Se caracteriza por su follaje verde
Foto: Mygarden
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Las cercas vivas son una alternativa natural, decorativa y ecológica para delimitar espacios en jardines, fincas y entornos urbanos. A diferencia de las barreras artificiales, este tipo de cerramiento aprovecha las cualidades ornamentales y estructurales de diversas especies vegetales que, al crecer de forma controlada y en conjunto, forman muros verdes que no solo ofrecen privacidad y delimitación, sino también un atractivo visual notable. Algunas plantas aportan color con sus flores, otras brindan densidad con su follaje o actúan como barreras naturales gracias a sus espinas.

En esta selección presentamos cinco especies muy utilizadas para este fin. Cada una de ellas destaca por características particulares que permiten adaptar la cerca viva al estilo, clima y necesidades del espacio en el que se desea establecer.

Duranta

La Duranta es un arbusto ornamental originario de América (género de plantas con flores de la familia Verbenaceae) conocido por su follaje verde limón y hermosas flores en racimos colgantes que pueden ser azules, lilas o blancas. Crece entre 2 y 4 metros de altura, presenta hojas simples y opuestas con bordes redondeados o puntiagudos, y desarrolla pequeños frutos redondeados después de la floración. Esta planta destaca por ser de fácil cuidado mientras aporta color y estructura a los espacios exteriores.

La Duranta resulta particularmente ideal para la creación de cercas vivas debido a su naturaleza arbustiva que permite formar barreras vegetales densas y duraderas. En Colombia, ha adquirido especial relevancia para delimitar propiedades, siendo ampliamente utilizada en unidades residenciales y fincas. Su adaptabilidad permite moldearla mediante poda estratégica, transformándola en elaborados diseños topiarios que añaden un elemento arquitectónico natural al paisaje. Esta versatilidad, combinada con su resistencia y atractivo estético, la convierte en una excelente opción para quienes buscan una solución natural y decorativa para establecer límites en sus espacios exteriores.

Buganvilla

La Bougainvillea, conocida popularmente como veranera, papelillo, trinitaria, buganvilla o Santa Rita, pertenece a la familia Nyctaginaceae y tiene 18 especies aceptadas. Este género es originario de los bosques tropicales húmedos de América del Sur, principalmente de Brasil, Perú, Paraguay, Bolivia, el norte de Argentina y Venezuela, aunque actualmente se cultiva ampliamente en diversas regiones tropicales y subtropicales del mundo como planta ornamental. Se caracteriza por ser un arbusto o árbol pequeño trepador, que puede alcanzar entre 1 y 12 metros de altura, con púas afiladas cubiertas de una sustancia cerosa negra que le permiten sujetarse a otras plantas. Sus hojas son alternas, simples y de forma ovalado-acuminada, mientras que sus flores hermafroditas son axilares, tubulares y generalmente blancas, organizadas en grupos de tres.

Lo más distintivo de la Bougainvillea son sus coloridas brácteas (hojas modificadas) que rodean a las verdaderas flores, con una amplia gama de tonos vibrantes como blanco, amarillo, rosado, magenta, morado, rojo, anaranjado, verde o café. Esta explosión de color no solo la convierte en una planta ornamental muy apreciada, sino también en una excelente opción para formar cercas vivas, ya que su crecimiento vigoroso y su capacidad para trepar permiten cubrir muros, rejas o estructuras con rapidez y densidad.

Además de aportar belleza, las Bougainvilleas pueden actuar como barreras naturales que delimitan espacios, brindan privacidad y disuaden el paso debido a sus espinas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta planta es sensible a las heladas y a los vientos fríos, lo que puede hacer que entre en latencia y pierda hojas y flores. Por ello, en climas más extremos, requiere protección adicional. Aun así, su resistencia al sol y su escasa demanda hídrica la han convertido en una opción muy valorada para embellecer y proteger jardines y exteriores en diversas regiones del mundo.

Hortensias

El género Hydrangea, conocido comúnmente como hortensias, agrupa varias plantas ornamentales originarias principalmente del sur y este de Asia (como China, Corea y Japón) y también de América. Las hortensias pueden crecer como arbustos de entre uno y tres metros de altura, pequeños árboles o incluso como plantas trepadoras que alcanzan hasta treinta metros. Sus flores, aunque pequeñas, se agrupan en ramos grandes y vistosos que aparecen en las puntas de los tallos. Este efecto visual tan llamativo se debe a unas hojas especiales llamadas brácteas que rodean las flores verdaderas.

Una característica muy interesante de las hortensias es que el color de sus flores depende del pH del suelo:

  • En suelos ácidos (pH entre 4,5 y 5), las flores son azules.
  • En suelos ligeramente alcalinos (pH entre 6 y 6,5), son rosadas.
  • En suelos más alcalinos (alrededor de pH 8), suelen ser blancas.

Las hortensias constituyen una excelente opción para crear cercas vivas gracias a su estructura arbustiva densa y su espectacular floración estacional. Al plantarlas en hilera con una separación adecuada de aproximadamente 60-80 centímetros entre ejemplares, estas plantas pueden formar una barrera vegetal compacta que cumple la doble función de delimitar espacios mientras aporta un valor ornamental al jardín. Para obtener una cerca viva de hortensias bien formada, es recomendable realizar podas regulares que eviten el crecimiento excesivo hacia arriba (lo que podría provocar que los tallos se doblen por el peso de las flores) y fomenten la ramificación lateral, creando así una estructura más densa y uniforme.

Rosa

El género Rosa, compuesto por aproximadamente cien especies de arbustos floridos y generalmente espinosos, constituye el grupo más representativo de la familia Rosaceae. La mayoría de estas especies son originarias de Asia, con algunas nativas de Europa, Norteamérica y el noroeste de África. Las rosas han sido cultivadas por siglos no solo como plantas ornamentales por su belleza y fragancia de sus flores, sino también para la extracción de aceites esenciales usados en perfumería, cosmética, medicina tradicional y gastronomía. La diversidad genética de este género es impresionante, con más de 30.000 cultivares desarrollados mediante hibridaciones entre especies progenitoras como Rosa moschata, Rosa gallica, Rosa × damascena, Rosa wichuraiana, Rosa californica y Rosa rugosa.

Los rosales resultan excepcionalmente adecuados para la creación de cercas vivas debido a su versatilidad estructural y su valor ornamental incomparable. Cuando se plantan en hilera con una separación apropiada, estas plantas pueden formar barreras vegetales sumamente efectivas que combinan funcionalidad y belleza paisajística. Las variedades arbustivas más robustas y las trepadoras, cuando se les proporciona un soporte adecuado, crean pantallas vegetales densas que pueden alcanzar alturas considerables, proporcionando privacidad y delimitación clara de espacios. Una ventaja adicional para su uso como cerca viva es la presencia de espinas en la mayoría de las variedades, que actúan como elemento disuasorio natural contra intrusos, tanto humanos como animales.

Hibscus

El Hibiscus es un tipo de planta que incluye muchas especies diferentes, desde arbustos y hierbas hasta árboles pequeños. Se encuentra en zonas tropicales y cálidas de todo el mundo, sobre todo en Asia. Una de las cosas que más llama la atención de esta planta son sus flores grandes, vistosas y coloridas, que pueden medir más de 15 centímetros y venir en muchos colores. Las flores tienen forma de campana y suelen tener cinco pétalos, aunque algunas tienen más.

Las hojas del hibisco son verdes y tienen diferentes formas, pero siempre crecen una por una a lo largo del tallo. Esta planta, además de ser muy usada como planta decorativa, algunas variedades tienen otros usos:

  • Algunas se cultivan para adornar jardines.
  • Otras se usan para obtener fibras parecidas a las del yute.
  • Y hay una muy conocida, Hibiscus sabdariffa, que se usa para preparar bebidas refrescantes como el “agua de Jamaica” o “carcadé”, además de mermeladas e infusiones.

Aunque tradicionalmente el Hibiscus no es la primera elección para cercas vivas, varias especies arbustivas del género pueden adaptarse perfectamente a esta función cuando se plantan en hilera y se les da el mantenimiento adecuado. Las especies más robustas y de crecimiento más denso, como el Hibiscus rosa-sinensis, pueden formar barreras vegetales efectivas que combinan funcionalidad con un extraordinario valor ornamental gracias a sus espectaculares floraciones. Para lograr una cerca viva de Hibiscus, es recomendable plantar los ejemplares con una separación de 60-80 cm, permitiendo que crezcan y se entrecrucen naturalmente, complementando con podas regulares para fomentar la ramificación lateral y mantener la forma deseada. La ventaja de utilizar el Hibiscus como cerca viva radica en que, además de cumplir la función de delimitar espacios, aporta color durante sus períodos de floración, atrayendo polinizadores como colibríes y mariposas, lo que contribuye positivamente a la biodiversidad del jardín.

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