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¿Cómo iluminar mejor su huerta cuando hay poca luz natural?

La luz es uno de los factores claves para cuidar de una huerta. Pero, cuando no se tiene disponible, ¿qué alternativas hay?

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La  Huerta
06 de noviembre de 2025 - 09:00 p. m.
Estos materiales, derivados de la combustión incompleta de materia orgánica, poseen propiedades que pueden transformar el crecimiento y la salud de las plantas.
Estos materiales, derivados de la combustión incompleta de materia orgánica, poseen propiedades que pueden transformar el crecimiento y la salud de las plantas.
Foto: Getty Images
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Si tiene una huerta o planea iniciar una, seguramente se ha preguntado cómo manejar la luz, sobre todo si vive rodeado de edificios o desea cultivar dentro de casa. Y es que la iluminación es un factor clave, pero al mismo tiempo es uno de los mayores retos para mantener plantas sanas y vigorosas.

Por eso, aquí encontrará algunos consejos prácticos para aprovechar al máximo la luz disponible y lograr que su cultivo crezca con fuerza y vitalidad, incluso en espacios con poca claridad.

Elija una buena ubicación y recipiente para aprovechar la luz

Cuando se trata de mejorar la iluminación en su huerta, la ubicación es clave. Busque el punto más claro de su hogar, como una ventana orientada al norte o al oriente, donde las plantas reciban sol directo o luz brillante durante varias horas al día. Si el espacio es limitado, puede mover las macetas cada cierto tiempo para que todas las plantas reciban una buena dosis de luz.

Las camas elevadas también ayudan: al estar a mayor altura, evitan sombras proyectadas por muros o estructuras cercanas y mejoran la exposición solar. Además, permiten controlar mejor la orientación del cultivo y el drenaje del suelo.

Eso sí, en interiores, opte por macetas de colores claros que reflejen la luz.

Otros puntos claves son:

  • Evitar cortinas gruesas o muebles que bloqueen la entrada de luz.
  • En caso de contar con invernadero, mantener los cristales limpios para aprovechar al máximo la luz natural.

Uso de superficies reflectantes

Las superficies claras y reflectantes ayudan a aprovechar mejor la luz disponible, especialmente en espacios interiores o con iluminación limitada. Estos elementos no generan luz por sí mismos, pero permiten que la que ya existe se distribuya de manera más uniforme alrededor de las plantas, reduciendo sombras y favoreciendo un crecimiento más equilibrado.

  • Ubicar espejos o paneles blancos cerca de las plantas para redirigir la luz hacia las hojas.
  • Utilizar bandejas de cultivo o macetas de colores claros, que favorecen la dispersión de la luz.
  • En espacios interiores, preferir paredes blancas o tonos claros que faciliten la difusión uniforme de la iluminación natural.

Iluminación artificial como apoyo

Si resulta difícil ubicar la huerta en una ventana, no se cuenta con balcón o se vive en un lugar con poca luz natural, una alternativa efectiva es incorporar iluminación artificial. Este tipo de luz permite controlar mejor la intensidad, la duración y la calidad de la iluminación, sin depender del clima o la orientación del hogar.

Opciones y recomendaciones:

  • Utilizar luces LED de espectro completo, que imitan la luz solar y favorecen el proceso de fotosíntesis.
  • Optar por bombillas de luz fría o blanca para compensar la iluminación en cultivos de interior.
  • Programar la iluminación para complementar la luz natural, evitando exceder las 12-14 horas diarias, con el fin de prevenir el estrés en las plantas.

Mantenimiento del follaje y poda estratégica.

La poda es una práctica clave para mejorar la entrada de luz en la huerta, ya que permite retirar partes dañadas y evitar que las plantas se sombreen entre sí. Mantenerlas podadas y limpias favorece una mejor circulación de luz y un crecimiento más equilibrado.

  • Retirar hojas secas, amarillas o enfermas que puedan bloquear la luz a otras partes de la planta.
  • Realizar podas ligeras y periódicas para permitir que la luz alcance todos los niveles de la planta.
  • En cultivos densos, verificar que las plantas no se estén dando sombra entre sí; si es necesario, espaciar o recortar.

Si desea más orientación sobre cómo realizar la poda de forma adecuada, puede consultar la guía que le preparamos para hacerlo paso a paso.

Elegir variedades resistentes a la baja luminosidad.

Un último consejo es elegir especies que se adapten bien a condiciones de poca luz. Existen plantas que, por su estructura y fisiología, requieren menos energía lumínica y pueden prosperar sin exposición directa.

Opciones recomendadas:

  • Sansevieria (Lengua de suegra): Planta de hojas largas y rígidas que almacenan agua, lo que le permite resistir sequía. Tolera luz baja e indirecta.
  • Pothos (Epipremnum aureum): De crecimiento colgante o trepador, con hojas verdes salpicadas de tonos amarillos o blancos. Se adapta a luz baja o indirecta.
  • Zamioculca (ZZ Plant): De hojas carnosas y brillantes; almacena agua en sus raíces subterráneas. Tiene tolerancia alta a luz baja, pero ojo prefiere temperaturas cálidas.

Además, se puede optar por variedades de crecimiento lento, ya que requieren menos demanda energética y se adaptan mejor a ambientes con iluminación moderada o reducida.

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