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Si alguna vez se ha preguntado: ¿Mi planta necesitará agua? ¿O será que me pasé con el riego?, no está solo. Saber cuánta agua necesita una planta puede ser uno de los grandes desafíos en el mundo de la jardinería. Y es que, al contrario de lo que muchos creen, el exceso de agua puede ser más dañino que la sequía.
Aquí le explicamos cómo identificar si su planta está recibiendo más agua de la que necesita, qué hacer al respecto y cómo prevenirlo en el futuro.
🚨 Por qué el exceso de agua es un problema
Cuando una planta recibe demasiada agua, esta se acumula en el fondo de la maceta. Las raíces, al estar constantemente húmedas, no pueden respirar correctamente, lo que impide la absorción de nutrientes. El resultado: asfixia radicular, un problema que puede llevar a la muerte de la planta si no se trata a tiempo.
🔍 Cómo saber si su planta tiene exceso de agua
Hay señales claras que pueden ayudarle a detectar el problema antes de que sea irreversible. Estas son las más comunes:
- Hojas amarillas o que se caen fácilmente
- Puntas marrones o manchas oscuras
- Hojas con ampollas o gránulos
- Ausencia de brotes nuevos
- Tallo blando, oscuro o podrido
- Sustrato apelmazado o con moho
- Hojas pequeñas o deformes
- Caída de flores y hojas inferiores
Incluso puede que note un olor desagradable a moho al acercarse a la planta. Si introduce un palillo o su dedo en la tierra y esta se siente mojada a varios centímetros de profundidad, es probable que su planta esté encharcada.
Diagnóstico rápido: revise las raíces
Si sospecha de exceso de riego, lo ideal es sacar la planta de la maceta con mucho cuidado. Observar las raíces:
- Si están blancas o beige claras, aún están sanas.
- Si están marrones, negras o con mal olor, ya están afectadas por hongos o pudrición. En ese caso, debes podar las raíces dañadas y desinfectar la maceta.
Cómo salvar una planta con exceso de agua
No todo está perdido. Si actúa con rapidez, puede revertir los efectos del exceso de riego. Aquí le dejamos una guía paso a paso para recuperar su planta:
1. Sacar la planta y dejar que se seque
Retirar con cuidado el sustrato húmedo que esté pegado a las raíces. Déjala al aire libre (a la sombra) entre 12 y 24 horas para que las raíces respiren.
2. Podar las raíces podridas
Con tijeras limpias, cortar todas las raíces negras o blandas. Esto evitará que el hongo se siga propagando.
3. Aplicar un fungicida
Incluso si no ve hongos, es recomendable aplicar un fungicida para proteger las raíces sanas.
4. Replantar en un sustrato nuevo y aireado
Usar tierra nueva con buen drenaje (puedes mezclar perlita o grava) y asegúrese de que la maceta tenga orificios de drenaje. Evitar usar el mismo sustrato anterior.
5. No riegue hasta que la tierra esté completamente seca
Compruebe con un palito de madera o su dedo. Solo riegue cuando esté seca hasta unos 5-7 cm de profundidad. Si hace mucho calor, puede pulverizar las hojas ligeramente, pero evite encharcar de nuevo.
Consejo extra: ¿cómo evitar que vuelva a pasar?
- Conozca su planta. Infórmese sobre sus necesidades específicas de riego, luz y abono.
- No se fíe de la superficie. Aunque la parte de arriba se vea seca, la humedad puede seguir retenida abajo.
- Evite los platos bajo la maceta. Si los usa, asegúrese de vaciarlos para evitar que el agua se acumule.
- No riegue “por rutina”. Cada planta tiene su ritmo. Mejor, tocar la tierra antes de actuar.
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