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Cufea, una planta pequeña con gran poder ornamental

Pequeña, resistente y siempre florida: así es la Cuphea hyssopifolia, una planta que transforma cualquier jardín

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La  Huerta
29 de diciembre de 2025 - 08:12 p. m.
La Cuphea hyssopifolia es un arbusto ornamental compacto y perenne en climas cálidos
La Cuphea hyssopifolia es un arbusto ornamental compacto y perenne en climas cálidos
Foto: Pixabay
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Si quiere un arbusto capaz de llenar de color y vida su jardín o incluso una ventana en maceta, la Cuphea hyssopifolia es una de sus mejores elecciones. Conocida como falso brezo, esta especie ornamental destaca por su tamaño compacto, su follaje siempre verde y una floración constante que aporta un toque delicado y atractivo a cualquier espacio.

Según el Zoológico de Cali, esta planta se caracteriza por su porte compacto, tallos muy ramificados y un follaje denso que le da un aspecto ordenado y decorativo durante todo el año. Sus flores, pequeñas, pero abundantes, aparecen de forma exuberante y destacan por su belleza cuando se observan de cerca.

Por su parte, la Universidad Estatal de Carolina del Norte, en su programa de extensión de agricultura explica que esta especie es perenne en climas cálidos y puede mantenerse verde tanto en exteriores como en interiores bien iluminados. Produce flores de tonos lila o púrpura que nacen de manera individual y cubren la planta casi por completo durante la temporada de floración, que puede extenderse hasta épocas frías en climas templados. Alcanza, en promedio, hasta 60 cm de alto y ancho, formando una silueta redondeada y armoniosa.

Ideal para jardines, bordes y macetas, debe tener en cuenta que su crecimiento es gradual, pudiendo alcanzar entre 10 y 30 cm en sus primeros años

¿Cómo cuidar de esta planta?

Luz

  • Se desarrolla mejor a pleno sol, pues esto le favorece para que tenga un follaje más compacto y una floración abundante.
  • En exteriores, lo ideal es ubicarla en jardines o bordes bien iluminados; en interiores, cerca de una ventana con buena entrada de luz.

Clima

  • Es una planta amante del calor, con un rango ideal de crecimiento entre los 20 y 38 °C. Tolera variaciones de temperatura, pero no las heladas, ya que es sensible al frío.
  • En descensos temporales de temperatura, el acolchado del suelo y una ubicación protegida ayudan a conservarla.
  • Eso sí, prefiere ambientes más bien secos, pues el exceso de humedad puede favorecer problemas fúngicos.

Riego

  • Requiere riegos moderados y constantes, manteniendo el sustrato ligeramente húmedo sin llegar al encharcamiento.
  • Una vez establecida, tolera periodos cortos de sequía, aunque florece mejor cuando el suelo no se seca por completo.
  • En general, basta con regar cada una o dos semanas, ajustando la frecuencia según el clima y la época del año.

Sustrato

  • Prefiere suelos fértiles, ligeros y bien drenados, con buena aireación. Una mezcla de tierra de jardín, arena y materia orgánica como compost resulta ideal.
  • En suelos muy arcillosos, es recomendable cultivarla en macetas o camas elevadas, ya que sus raíces cortas tienen dificultad para desarrollarse en sustratos pesados.

Abono

  • No es una planta exigente en fertilización. Un suelo rico en materia orgánica suele ser suficiente para un buen desarrollo.
  • Sin embargo, aplicar un fertilizante de liberación lenta o uno equilibrado cada 6 a 8 semanas durante la temporada de crecimiento puede estimular una floración más intensa.

Poda

  • La poda ayuda a mantener una forma compacta y a estimular nuevos brotes.
  • Durante la etapa de crecimiento, se recomienda pinzar las puntas para evitar que la planta se vea desgarbada.
  • En especies perennes, una poda más fuerte a finales del invierno o comienzos de la primavera favorece un crecimiento vigoroso en la siguiente temporada.

Plagas y enfermedades

  • Puede verse afectada por cochinillas y otros insectos chupadores, que debilitan la planta y causan amarillamiento del follaje.
  • También pueden aparecer problemas fúngicos, como manchas marrones o marchitez, generalmente asociados a exceso de humedad o mala ventilación.
  • Un buen drenaje, riegos controlados y la eliminación oportuna de partes afectadas son claves para mantenerla sana.

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