Si está en Medellín, este es un buen momento para descubrir una de las plantas más representativas del país: la orquídea. Esta planta no solo es símbolo nacional, también es una puerta de entrada para entender la biodiversidad que hace única a Colombia. Y hay un lugar ideal para hacerlo en esta primera semana de agosto: el Jardín Botánico de la ciudad, que por estos días la pone en el centro de atención gracias a la Feria de las Flores 2025.
Una vez más, el Jardín Botánico de Medellín se transforma en el escenario de Florecer, un evento que rinde homenaje a la riqueza natural de Colombia a través de una exposición con más de 3.000 flores. Crisantemos, aves del paraíso, calas, claveles, suculentas y más de 350 variedades de orquídeas se reúnen en una muestra de color, formas y aromas. Esta experiencia, que une arte, naturaleza y educación ambiental, es organizada por la Sociedad Colombiana de Orquideología, Julián Posada y el propio Jardín Botánico.
La Huerta conversó con Juan Carlos Sanín, director de la Sociedad Colombiana de Orquideología, quien destacó que esta es una de las fechas más emocionantes para los amantes de las plantas. Y es que durante el evento, se exhiben algunas de las especies más raras, exóticas o llamativas del país. Desde las icónicas cattleyas —símbolo nacional— hasta variedades poco comunes como las pertenecientes a la subtribu Catasetinae, los visitantes podrán apreciar una amplia gama de formas, colores y fragancias que difícilmente se encuentran reunidas en un mismo lugar.
“Colombia es el país con mayor número de especies de orquídeas en el mundo, lo que hace de esta exhibición una muestra representativa de la riqueza natural del territorio. Gracias a esta diversidad, se presentan ejemplares provenientes de distintos ecosistemas del país, lo que permite no solo disfrutar de su belleza, sino también entender su rol en el equilibrio ambiental”, dijo el experto.
En ese sentido, esta muestra floral se convierte en una oportunidad para conectar con la naturaleza, rescatar tradiciones y valorar la riqueza natural del país, así como en el evento de silleteros en el marco de la Feria de las Flores. “Por eso realizamos este encuentro, que une ciencia, belleza y cultura en un solo espacio. Es una experiencia inolvidable en este museo de colecciones vivas”, destaca Claudia García, directora ejecutiva del Jardín Botánico de Medellín.
Según Sanín, el impacto de esta exhibición va mucho más allá de lo estético. Esto se debe a que, desde lo simbólico y cultural, fortalece el vínculo de los ciudadanos con uno de los emblemas naturales del país, y ha permitido que la orquídea se reconozca no solo como una flor ornamental, sino como parte del patrimonio vivo de Colombia.
Respecto a si este tipo de eventos contribuyen a la conservación de las orquídeas, el director fue enfático: sí. Tanto el Jardín Botánico como la Sociedad Colombiana de Orquideología, al ser fundaciones privadas sin ánimo de lucro, tienen entre sus principales propósitos la educación, la divulgación y, sobre todo, la preservación. “Esto nos permite abordar una variedad de temas, siempre con un mensaje central: la conservación”, explicó. En un país como Colombia —donde la biodiversidad es un tesoro invaluable pero también vulnerable—, generar conciencia sobre la protección de nuestras especies y ecosistemas es una tarea urgente.
En lo económico, también deja una huella importante. Aunque la industria de las orquídeas no tiene el volumen de exportación de otras flores, genera ingresos anuales estimados entre cinco y seis millones de dólares en regiones como Bogotá y Antioquia. Además, se espera que esta edición reúna a más de 26.000 visitantes y genere más de 1.500 empleos directos e indirectos, lo que dinamiza sectores clave del comercio local.
¿Qué podrá ver en el evento?
Uno de los momentos más destacados ocurre incluso antes de la apertura oficial: la premiación de las orquídeas más sobresalientes. Más de 50 cultivadores, pertenecientes a la Sociedad Colombiana de Orquideología, compiten por obtener reconocimientos en diferentes categorías. Un jurado conformado por expertos de Colombia, Estados Unidos y Canadá evalúa aspectos como la simetría, la forma, el color, la rareza y la presentación general de cada planta. Esta competencia resalta la excelencia del cultivo nacional y reconoce la dedicación de quienes se dedican a preservar estas especies.
El evento es una oportunidad para acercarse al conocimiento de la mano de cultivadores, investigadores y expertos en biodiversidad. A través de charlas, recorridos guiados y muestras vivas, los visitantes podrán aprender sobre técnicas de cultivo, conservación de especies nativas y los desafíos actuales de la orquideología en Colombia.
La programación cultural incluirá presentaciones de trova, desfiles de silleteros, conversatorios y experiencias pensadas para todos los públicos. Los niños y niñas contarán con zonas de juego diseñadas para ellos, mientras que los adultos podrán participar en talleres y cursos prácticos sobre el mundo vegetal. La oferta gastronómica complementa esta experiencia, haciendo de la visita un momento de aprendizaje y disfrute.
Para quienes buscan llevarse un recuerdo o apoyar el talento colombiano, el evento contará con un mercado artesanal que celebra la creatividad local. Allí se podrán encontrar joyería, accesorios, decoración, plantas, objetos hechos a mano y productos inspirados en la flora nacional. Este espacio busca fortalecer la economía de pequeños emprendedores y artesanos, conectando el arte con la naturaleza.
“Para esta edición, se realizó una curaduría cuidadosa del mercado artesanal, que contará con más de 180 expositores. Les preguntamos directamente a los artesanos qué hacían, qué vendían y cuál era la historia detrás de sus productos. Queríamos asegurarnos de ofrecer una selección diversa y auténtica que representara la riqueza creativa de nuestro país”, explica Sanín.
Otro aspecto innovador de este año fue la apertura del espacio a la comunidad. Por primera vez, se hizo una convocatoria para que las personas trajeran su planta más curiosa o inusual. “Siempre hemos escuchado historias sobre esa vecina que cultiva una planta impresionante en su patio trasero, así que pensamos: ¿por qué no invitarla a mostrarla aquí?”, comentó el experto. La respuesta fue entusiasta y permitió descubrir ejemplares únicos, llenos de historia y creatividad.
Entre las sorpresas, destacan los ingeniosos recipientes que muchos han utilizado para cultivar: ollas viejas, canecas, e incluso partes de lavadoras, como el tambor giratorio, convertido en una maceta. “La gente es muy creativa. Lo que para unos es chatarra, para otros es una oportunidad de cultivar vida. Y eso es precisamente lo que queremos resaltar: la relación íntima, ingeniosa y afectiva que tienen las personas con sus plantas”, dijo Sanín.
De hecho, resalta que la invitación a que la gente vaya es importante y especial, pues organizar una exposición como esta implica una logística compleja que va mucho más allá de montar una muestra floral. Y es que uno de los mayores desafíos está en el transporte de las plantas, especialmente porque muchas de ellas provienen de zonas apartadas del país. Al tratarse de especies delicadas, con requerimientos específicos de luz, temperatura y humedad, su traslado debe planearse con extremo cuidado.
“Uno de los aspectos más delicados es que algunas orquídeas no pueden exponerse a la luz solar durante el viaje, ya que esto puede afectar su floración o incluso provocar que pierdan sus flores antes de llegar al evento. Por esta razón, varios cultivadores optan por viajar durante la noche o en vehículos acondicionados para conservar las condiciones ideales. Además, al llegar al Jardín Botánico, las plantas deben ser almacenadas de forma segura y mantenidas en condiciones controladas antes de ser dispuestas en la exposición”, explicó.
A esto se suma la necesidad de coordinar tiempos de llegada, espacio de montaje, personal especializado y herramientas adecuadas para la instalación. El equipo organizador debe asegurarse de que todas las especies estén listas para exhibirse en óptimas condiciones desde el primer día del evento. También se realiza un trabajo previo de curaduría para definir qué especies estarán presentes, cómo se organizarán en el recorrido y qué mensajes educativos acompañarán cada muestra.
Programación
5 de agosto
- 10:00 a.m. a 4:00 p.m.: Lo que esconde el suelo
- 3:00 p.m. a 7:00 p.m.: Semifinal Festival de Trova Infantil
6 de agosto
- 10:00 a.m. a 4:00 p.m.: Los colores en la naturaleza
7 de agosto
- 10:00 a.m. a 4:00 p.m.: La vida del árbol
8 de agosto
- 10:00 a.m. a 4:00 p.m.: Lo que esconde el suelo
9 de agosto
- 10:00 a.m. a 4:00 p.m.: Los colores en la naturaleza
10 de agosto
- 10:00 a.m. a 4:00 p.m.: La vida del árbol
¿Cómo ir al evento?
FLORECER se llevará a cabo del 5 al 10 de agosto en el Jardín Botánico de Medellín, con horario de ingreso de 9:00 a.m. a 7:00 p.m. Las entradas están disponibles en eTicketaBlanca.com por $28.000 COP, con descuentos especiales para afiliados a Comfama. Aunque si desea puede comprarlas en la taquilla de forma presencial en el Jardín Botánico.
Tenga en cuenta que niños que midan menos de 1.20 metros ingresan gratis, porque, como explica Juan Carlos Sanín, “la idea es que los padres compren la entrada y traigan a sus hijos a disfrutar del Jardín sin barreras. Queremos que los más pequeños se acerquen al mundo de las plantas, se maravillen y aprendan jugando.”
Recomendaciones para su visita:
El Jardín Botánico es un museo vivo, por lo que es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para cuidar este espacio:
- No se permite el ingreso con mascotas, balones, bicicletas ni patines.
- Use zapatos cómodos y cerrados para recorrer los senderos con seguridad.
- Lleve sombrero y protector solar, ya que algunas zonas tienen exposición directa al sol.
“Queremos que cada visitante se sienta bienvenido, inspirado y cómodo. Por eso, es importante venir preparados, no solo para caminar entre flores, sino para vivir una experiencia transformadora que nos conecta con lo más esencial: la vida misma” dice Sanín.
🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺 🌼