¿Ha visto pequeños bichos en la tierra de sus plantas? Sepa qué son y cómo actuar

Los colémbolos son diminutos y abundantes artrópodos del suelo que, aunque pueden aparecer en ambientes húmedos y parecer una plaga, en realidad cumplen un papel clave

Foto: istock

Todo amante de las plantas que dedica tiempo a observarlas mientras las riega, revisa o remueve la tierra —como bien debe hacerse— seguramente se ha topado con una sorpresa: unos pequeños bichitos blancos corriendo y escondiéndose entre el sustrato. Pero no se alarme. A continuación, le explicamos qué son y por qué no son tan temibles como parecen.

Los colémbolos son diminutos invertebrados de seis patas que frecuentemente pasan desapercibidos debido a su tamaño milimétrico, pero que están presentes en casi todos los ambientes húmedos del planeta. Estos pequeños seres saltarines, que pueden encontrarse en la hojarasca, tierra húmeda, compost o flotando sobre pozas de agua, pertenecen a una clase separada de artrópodos hexápodos llamada Collembola.

Actualmente, se conocen aproximadamente 9.000 especies de colémbolos distribuidas por todo el mundo. Estos organismos se caracterizan por carecer de alas y poseer un apéndice especializado llamado “fúrcula”, ubicado bajo el abdomen, que funciona como un resorte, permitiéndoles realizar saltos espectaculares para escapar de depredadores como pequeñas arañas o ácaros. Esta estructura es tan eficiente que les permite saltar distancias equivalentes a varias veces su longitud corporal.

A pesar de su diminuto tamaño, los colémbolos compensan esta característica con una abundancia extraordinaria en la naturaleza. Pueden alcanzar densidades de hasta 100.000 individuos por metro cuadrado, lo que los convierte en una porción significativa de la biomasa terrestre y en uno de los grupos de invertebrados más numerosos del planeta.

Los colémbolos se dividen en cuatro órdenes principales, cada uno con características morfológicas bien diferenciadas:

• Symphypleona: conocidos como colémbolos globulares, tienen un cuerpo redondo y antenas más largas que su cabeza.
• Entomobryomorpha: presentan cuerpos alargados, patas y antenas largas, y suelen estar cubiertos de escamas similares a las de las mariposas.
• Poduromorpha: su forma es más parecida a la de un gusano, con antenas y patas cortas y gruesas.
• Neelipleona: son diminutos, con cuerpos globosos pero antenas más cortas que la cabeza.

¿Por qué son tan importantes en las huertas y la agricultura?

La importancia ecológica de los colémbolos es fundamental para el funcionamiento de los ecosistemas terrestres. Como organismos extremadamente abundantes, constituyen un eslabón crucial en las redes tróficas, sirviendo como fuente alimenticia para una gran variedad de animales incluyendo anfibios, reptiles, aves, peces y numerosos artrópodos como insectos y arácnidos. Su papel como presa es especialmente importante para especies pequeñas que dependen de estos microorganismos para su supervivencia, estableciendo conexiones vitales entre los niveles tróficos del ecosistema.

Según la Universidad de Kentucky, los colémbolos son pequeños artrópodos que se alimentan principalmente de materia orgánica en descomposición, como restos de plantas, polen, bacterias, micelios y esporas de hongos. Gracias a esta dieta, ayudan a descomponer materiales como hojas secas, excrementos o incluso pequeños cadáveres, transformándolos en nutrientes para el suelo. Además, al moverse, también ayudan a dispersar hongos y bacterias beneficiosas, lo que mejora la salud del suelo.

Estos insectos diminutos viven en casi cualquier lugar con suficiente humedad, ya que la necesitan para sobrevivir. Se pueden encontrar en hongos (especialmente entre las láminas de los sombreros), en la hojarasca húmeda del suelo, entre musgos que retienen agua y en el follaje de plantas y arbustos. Su presencia es común durante todo el año y suele ser una señal de que el suelo está sano.

Pero ojo, aunque generalmente su presencia es beneficiosa y pasa desapercibida, los colémbolos pueden convertirse en problema cuando las condiciones de humedad excesiva favorecen su reproducción masiva. En estas situaciones, las poblaciones grandes pueden causar daños a cultivos y plantas al alimentarse de tejidos vegetales tiernos, debilitando las plantas. Según la Universidad de Kentucky un ejemplo notable de esto es la especie Sminthurus viridis, considerada actualmente una plaga agrícola en Australia. En ambientes domésticos, pueden establecer poblaciones en sótanos, baños o áreas con moho, aunque rara vez representan una amenaza seria.

¿Por qué aparecen colémbolos en las plantas?

Los colémbolos suelen aparecer en las macetas o jardines cuando encuentran las condiciones ideales: humedad constante y presencia de materia orgánica en descomposición, como hojas caídas o restos vegetales.

Sin embargo, si su población se vuelve excesiva, puede ayudarle estos consejos:

• Evite el exceso de riego: Mantener el sustrato constantemente húmedo crea un ambiente ideal para los colémbolos. Permita que la tierra se seque ligeramente entre riegos.
• Reduzca la materia orgánica acumulada: Retire hojas caídas u otros restos de plantas para limitar su fuente de alimento.
• Use trampas caseras: Puede colocar trampas para capturarlos y luego liberarlos en espacios exteriores, lejos de sus plantas.
• Realice un mantenimiento perimetral: Selle grietas en ventanas o puertas y mantenga las pilas de madera o mantillo a más de 30 cm de las paredes exteriores.
• Evite aplicar insecticidas en interiores: Su efecto es solo temporal. En casos persistentes, puede considerar el uso de un insecticida en aerosol para exteriores, aplicándolo en el perímetro de la vivienda, pero priorice siempre la prevención y el control del hábitat.

Recuerde que los colémbolos no son una plaga peligrosa. Su presencia suele indicar un ecosistema saludable, pero con un manejo adecuado puede mantener su jardín o sus plantas de interior en equilibrio.

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