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Jengibre champú: la planta con múltiples beneficios que también puede cultivar

Esta planta tropical versátil embellece el jardín, nutre el cabello y ofrece usos culinarios y medicinales.

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La  Huerta
02 de septiembre de 2025 - 02:02 p. m.
El Awapuhi, o jengibre champú, es una planta tropical versátil que embellece el jardín, nutre el cabello y ofrece usos culinarios y medicinales, siempre que se cultive con buena luz, riego constante y cuidados básicos.
El Awapuhi, o jengibre champú, es una planta tropical versátil que embellece el jardín, nutre el cabello y ofrece usos culinarios y medicinales, siempre que se cultive con buena luz, riego constante y cuidados básicos.
Foto: Pixabay
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¿Se imagina una planta que no solo adorna el jardín, sino que también sirve como champú natural, condimento en la cocina y remedio tradicional? Esa es la sorprendente versatilidad del Awapuhi (Zingiber zerumbet), conocido como jengibre champú. Originaria de Asia tropical, esta especie perenne se extendió gracias a los antiguos navegantes polinesios, quienes la llevaron en sus canoas hasta las islas de Hawái, donde se convirtió en una planta de gran importancia cultural y práctica.

Lo que más la distingue son sus inflorescencias en forma de cono, que empiezan verdes y maduran hasta adquirir un intenso color rojo brillante. Estas estructuras se llenan de un líquido aromático y viscoso que durante siglos se ha utilizado como champú natural, apreciado por su capacidad para suavizar y dar brillo al cabello.

La planta presenta un ciclo de vida particular: tras un periodo de reposo, sus tallos se marchitan y quedan expuestos los rizomas de color marrón claro a nivel del suelo. Posteriormente brota con fuerza, desarrollando de 10 a 12 hojas en forma de cuchillas de 15 a 20 cm de longitud que crecen de manera alternada en tallos delgados y erectos. Después de que el follaje está bien formado, aparecen las flores cónicas características en tallos separados y más cortos, compuestas por pequeñas flores amarillentas a blanquecinas entre las escamas superpuestas.

Eso sí, esta planta es mucho más que ornamental: se ha convertido en un aliado versátil en la vida cotidiana. De sus conos maduros se obtiene un líquido viscoso y aromático que tradicionalmente se usa como champú y acondicionador natural, ideal para suavizar y dar brillo al cabello. Sus rizomas, por su parte, tienen un lugar tanto en la cocina como en la medicina popular: se emplean como saborizante, aperitivo y en remedios caseros para aliviar la indigestión, los dolores de estómago y hasta el dolor de muelas.

Si desea usarla, debe tener en cuenta que la cosecha se realiza cuando la planta entra en reposo y sus hojas empiezan a marchitarse; en ese momento, también es posible dividir los rizomas para su propagación. Para conservar su vitalidad, se recomienda trasplantarla cada dos o tres años, asegurando así un crecimiento vigoroso y constante.

Luz

  • La planta shampoo prospera en ambientes que ofrecen luz solar parcial, donde la luz es tamizada, evitando la dureza del sol del mediodía.
  • Aunque puede tolerar pleno sol, esto puede estresar la planta, especialmente en climas cálidos, provocando el chamuscado de las hojas y la inhibición de la floración. La ubicación óptima es al aire libre es en lugares con sol matutino y sombra por la tarde, mientras que en interiores debe colocarse cerca de una ventana con luz indirecta para simular sus preferencias naturales.

Clima

  • El Awapuhi exhibe una resistencia moderada a las fluctuaciones de temperatura, con un rango ideal entre 20-35°C, aunque puede soportar temperaturas desde 0°C hasta 41°C. Esta tolerancia lo hace adecuado para una variedad de entornos, aunque requiere protección especial durante condiciones climáticas extremas.
  • En condiciones frías, la planta puede mostrar amarillamiento de hojas y crecimiento atrofiado, mientras que el exceso de calor puede causar marchitez y quemaduras en las hojas. Para protegerla del frío excesivo se recomienda usar mantillo y mantas contra heladas, mientras que para combatir el sobrecalentamiento es necesario proporcionar sombra y aumentar la frecuencia de riego.

Riego

  • Originaria de las exuberantes regiones tropicales, está acostumbrado a la humedad regular y requiere un riego semanal para mantener su vigor. Esta especie muestra preferencia por la hidratación constante, aunque puede soportar breves períodos de sequedad sin sufrir daños significativos.
  • Eso sí, prospera mejor cuando se cultiva al aire libre donde puede beneficiarse de los patrones de lluvia natural, siendo un candidato excelente para paisajes de jardín en climas cálidos. Es particularmente hábil en la gestión del agua durante su temporada activa de crecimiento, lo que garantiza su resistencia y el desarrollo de un follaje exuberante.

Abono

  • Un fertilizante equilibrado N-P-K es ideal, aplicándolo cada 2 meses para enriquecer el suelo y mantener un crecimiento saludable. Durante la época de floración, se recomienda cambiar a un fertilizante alto en fósforo para promover flores más exuberantes y abundantes.
  • Es fundamental usar el fertilizante con moderación, ya que el exceso de fertilización puede dañar la planta. La clave está en ajustarse a las etapas de crecimiento y las estaciones: aplicar menos fertilizante en invierno cuando el crecimiento es más lento, y aumentar la frecuencia durante los períodos de crecimiento activo en primavera y verano.

Sustrato

  • Prospera en suelos moderadamente sueltos y bien drenados, con una composición que incluye arena y marga. Una mezcla adecuada consiste en partes iguales de tierra para macetas y arena gruesa o perlita, optimizando la aireación y evitando el encharcamiento que podría dañar las raíces.
  • El pH del suelo debe mantenerse entre 6-6.5 para un crecimiento óptimo. Si la arena gruesa no está disponible, la pómez o grava fina son sustitutos adecuados que mantienen la calidad de drenaje necesaria.

Poda

  • Requiere poda a principios de primavera o finales de invierno para eliminar tallos muertos o dañados y fomentar un crecimiento saludable y vigoroso. La técnica consiste en recortar hasta la base para mantener la forma deseada y promover la aparición de nuevos brotes frescos.
  • La poda regular no solo mejora la apariencia estética de la planta, sino que también mejora la circulación del aire, reduce el riesgo de enfermedades y estimula una floración más vigorosa. Es fundamental usar siempre herramientas limpias y afiladas para prevenir infecciones, asegurando que la planta se mantenga robusta y próspera como una hermosa adición al jardín.

Plagas y Enfermedades

  • Puede verse afectado por la mancha foliar, una enfermedad que se manifiesta como decoloración irregular en las hojas, pudiendo llevar a la defoliación y crecimiento atrofiado. También pueden aparecer manchas marrones o parches que, si no se tratan a tiempo, pueden extenderse y comprometer la salud general de la planta.
  • Para tratar estas enfermedades, en casos leves no es necesario intervenir, pero si gran parte del follaje se ve afectado, se recomienda comenzar con tratamientos orgánicos como una mezcla de bicarbonato de sodio y jabón líquido, o fungicidas a base de cobre. La prevención es clave: mantener buena circulación de aire, evitar el exceso de humedad en las hojas y usar herramientas de poda desinfectadas.

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