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Las calatheas, pertenecientes al género Calathea de la familia Marantaceae, son plantas tropicales nativas de América tropical, principalmente de Brasil y Perú y Colombia, muy populares como plantas de interior u ornamentales. Originalmente el género comprendía 287 especies aceptadas, pero tras estudios más de 200 especies fueron reasignadas al género Goeppertia.
Son plantas herbáceas y rizomatosas que en estado silvestre pueden alcanzar un metro de altura, mientras que cultivadas no superan los 50-60 cm. Su principal atractivo son sus hojas con colores llamativos que se alternan entre verdes, rosas y púrpuras en diversas tonalidades y matices. En regiones tropicales se convierten en buenas plantas de jardín, mientras que en otros climas se utilizan principalmente como plantas de interior.
¿Por qué se mueven sus hojas?
Una de sus características más llamativas es la nictinastia, un tipo de movimiento natural de las hojas que responde a los ciclos de luz y oscuridad. Este fenómeno consiste en que, durante el día, las hojas se abren y se disponen de manera horizontal para captar la mayor cantidad posible de luz solar y favorecer la fotosíntesis; mientras que en la noche, cuando la luz desaparece, las hojas se pliegan hacia arriba como si se cerraran. Este gesto ha inspirado el nombre popular de “plantas que rezan”, pues su apariencia recuerda a unas manos juntas en actitud de oración.
Este movimiento no es casual ni automático, sino que está regulado por los ritmos circadianos de la planta, es decir, por un “reloj biológico interno” que marca los tiempos de apertura y cierre según las condiciones ambientales. La base de este proceso está en el pulvino, una estructura engrosada que se encuentra en la unión entre el tallo y la hoja. Allí se localizan unas células especializadas capaces de cambiar su presión interna de agua (turgencia). Cuando estas células se llenan de agua, la hoja se estira y se abre; cuando pierden agua, la hoja se dobla y se pliega.
Gracias a este mecanismo, la planta puede responder de forma visible al ciclo diario de luz y oscuridad, mostrando un comportamiento que resulta tan curioso como estéticamente atractivo para quienes la cultivan o la observan.
Adicionalmente, este movimiento es adaptación evolutiva por su entorno natural: los bosques tropicales húmedos, donde suelen crecer en condiciones de sombra y con una atmósfera cargada de humedad. Aunque no se conoce con certeza la función exacta de este comportamiento, se cree que les ayuda a recolectar el rocío nocturno, aprovechando así una fuente adicional de agua en un ambiente donde la competencia por los recursos es constante.
Otra teoría es que este movimiento ayuda a drenar el exceso de humedad acumulada en la superficie de las hojas, lo que resultaría clave para reducir el riesgo de infecciones por hongos y otros patógenos que prosperan en medios húmedos.
Eso sí, tenga en cuenta que la intensidad y la velocidad con que se manifiesta la nictinastia dependen de la especie. En algunas calatheas, el movimiento es relativamente sutil, apenas perceptible si no se observa con atención a lo largo de varias horas. En cambio, otras especies relacionadas, como las del género Maranta, exhiben un plegado mucho más marcado y dinámico.
¿Hay otras razones por las que puede plegarse?
Sí, y debe tener cuidado, pues las Calatheas tienden a ser plantas algo delicadas a los cambios bruscos, por lo que debe prestar mucha atención. Aquí le decimos algunos de los factores más comunes por los que su planta se enrolla o parece seca:
- Deshidratación o falta de agua: Es una de las causas más comunes. Para protegerse, la calathea cierra sus hojas, reduciendo así la superficie de transpiración y minimizando la pérdida de agua.
- Tierra seca: La calathea prefiere la tierra siempre húmeda, por lo que dejar que se seque demasiado puede provocar que las hojas se curven y enrollen.
- Falta de humedad ambiental: Las calatheas necesitan un ambiente con alta humedad para prosperar. Un ambiente seco hará que la planta se deshidrate, lo que se manifestará en hojas enrolladas.
- Calor excesivo: Las altas temperaturas pueden deshidratar la planta rápidamente, llevando a que sus hojas se enrollen como un mecanismo de defensa.
- Otros problemas: Un exceso de fertilizante, podredumbre de las raíces por exceso de riego, o incluso plagas y enfermedades, también pueden hacer que las hojas de la calathea se enrollen.
Si nota algún problema con su calathea, lo primero es observar con atención la planta. Si las hojas se pliegan durante la noche y se abren en el día de forma regular, se trata de un comportamiento natural y no hay motivo de preocupación.
Si nota que las hojas comienzan a presentar decoloración, sequedad u otras señales extrañas, tenga en cuenta que:
- Conviene revisar también la tierra: puede introducir un dedo o un palito de madera en el sustrato y, si sale limpio y seco, significa que la planta necesita agua
- Verificar la humedad del ambiente: si el aire está demasiado seco, la calathea puede resentirse, por lo que es recomendable usar un humidificador o, de manera ocasional, ubicarla en el baño después de una ducha caliente para que absorba la humedad.
- También es fundamental asegurarse de que el sustrato tenga buen drenaje y de que la maceta permita el correcto paso del agua, ya que el exceso de humedad puede provocar pudrición en las raíces.
- Finalmente, cuide la exposición a la luz: la calathea no tolera la luz solar directa, pues quema y deshidrata sus hojas, por lo que lo más recomendable es mantenerla en un espacio con luz indirecta brillante.
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