Productos derivados del árbol de neem: cuáles son y para qué sirven

aceite de neem

Foto: Freepik

El árbol de neem ha estado presente en la vida de diversas comunidades alrededor del mundo, casi siempre de manera silenciosa. A primera vista parece un árbol común, pero su historia y las propiedades que se le atribuyen cuentan una realidad más compleja. ¿Para qué sirve realmente los productos de esta especie que muchos consideran indispensable? ¿Es tan beneficiosa como afirman? Y, especialmente, ¿por qué en Colombia se ha empezado a limitar su uso?

Lo primero que vamos a averiguar son sus características. Según el Jardín Botánico de Missouri, el Azadirachta indica, es un árbol originario de los bosques tropicales secos de Birmania, India y Sri Lanka, aunque hoy se cultiva ampliamente en India, Malasia y Pakistán.

Se destaca debido a que es un árbol de tamaño mediano que alcanza entre 15 y 23 metros de altura, y en ocasiones hasta 30 metros, con una copa densa de forma redonda u ovalada. Aunque es perenne, puede perder sus hojas en periodos de sequía prolongada.

Árbol de Neem: ¿Por qué algunas entidades dicen que no debería plantarse en Colombia?

Antes de hablar de sus usos y de cómo algunas partes del neem pueden aprovecharse para distintos subproductos, es necesario entender su impacto en Colombia y por qué las autoridades recomiendan comprar solo los productos derivados y no cultivar la planta en el territorio. Y es que aunque pueda parecer inofensivo, esta especie representa un riesgo significativo para los ecosistemas locales.

Según Corpoguajira, el neem es una especie forestal invasora que amenaza la biodiversidad del país. Al ser originario de Asia, se adapta con rapidez, desplaza la flora nativa y altera el equilibrio natural de los ecosistemas. Sus raíces, extensas y agresivas, pueden afectar aceras, tuberías, andenes y otras infraestructuras urbanas, generando daños que pasan desapercibidos para muchos ciudadanos.

En La Guajira, por ejemplo, su expansión acelerada ya está causando la pérdida de biodiversidad, pues ocupa el espacio y consume los recursos que necesitan las plantas nativas. Además, su alta capacidad de dispersión de semillas y su rápido crecimiento lo convierten en una especie especialmente problemática en zonas de Bosque Seco Tropical, donde desplaza árboles como el raspayuco, el naranjuelo, el tamarindo y el cují. Su toxicidad también afecta la presencia de aves en estas áreas.

De hecho, en el Huila su cultivo sí está prohibido. La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) vetó en 2019 la siembra, producción y establecimiento del neem —y otras especies como el tulipán africano— debido a los impactos ambientales que genera como especie introducida e invasora a través de la Resolución 2958 de 2019.

¿Para qué sirven los productos derivados de esta especie?

Según el Jardín Botánico de Missouri, casi todas sus partes tienen algún tipo de aprovechamiento.

• Su madera, perteneciente a la familia de la caoba, es resistente y se emplea en muebles y en madera aserrada.
• Sus hojas y corteza se integran en tés, cosméticos, pastas dentales, productos para el cuidado de mascotas y diversas preparaciones medicinales.

Sin embargo, entre sus derivados más valiosos se encuentra el extracto de neem, reconocido por su acción como insecticida, repelente y fungicida botánico.

Pero, ¿cómo funciona exactamente? Según la Universidad de New Hampshire, los productos a base de neem suelen incluir dos ingredientes activos: la azadiractina, derivada del aceite de la semilla y responsable de repeler insectos y alterar sus hormonas de crecimiento y reproducción, y el aceite de neem hidrofóbico clarificado, que corresponde al material restante tras extraer la azadiractina y que se utiliza en aerosoles listos para aplicar.

En Colombia, este extracto está aprobado como bioinsumo por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), además de agencias internacionales como la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA). Según explica Sebastián Niño, coordinador territorial del Jardín Botánico de Bogotá, es considerado uno de los biocidas más fuertes utilizados en la agricultura orgánica y ecológica.

Esto se debe a que este extracto actúa principalmente asfixiando insectos, cubriendo sus cuerpos y obstruyendo sus vías respiratorias. Eso sí, es más efectivo en insectos inmaduros, por lo que el momento de aplicación es clave. Además, tenga en cuenta algo y es que su efecto no es inmediato, por lo que suele requerir varias aplicaciones

No obstante, es importante tener algo en cuenta: según explica Niño, el extracto de neem puede afectar a los polinizadores si se aplica directamente sobre ellos, ya que actúa como un insecticida de amplio espectro. Aun así, su impacto suele ser menor frente a los insecticidas químicos convencionales.

“Generalmente se utiliza el aceite del árbol, al que luego se le añaden aditivos para su uso agrícola. En comparación con otros extractos botánicos, tampoco es el más agresivo; las piretrinas naturales, por ejemplo, son aún más potentes”, mencionó.

Plagas que se controlan comúnmente con productos a base de neem:

• Pulgones
• Larvas de escarabajos o de mariposas
• Orugas
• Chinches de encaje
• Cicadélidos
• Minadores de hojas
• Cochinillas harinosas
• Trips
• Moscas de fruta

La Universidad de New Hampshire también menciona que además de su acción insecticida, el aceite de neem también puede ayudar a controlar algunas enfermedades fúngicas, como el mildiú polvoroso. Su función consiste en impedir la germinación y penetración de esporas.

¿Cómo usarlo?

El neem al venir en dos presentaciones se usa de manera diferente: en aerosol pueden aplicarse directamente tal como vienen de la tienda, lo que los hace prácticos para uso doméstico y para quienes no desean hacer mezclas.

El aceite de neem concentrado, en cambio, debe mezclarse con agua y una pequeña cantidad de jabón antes de aplicarlo, pero suele resultar mucho más económico a largo plazo.

Sin embargo, de nuevo, tenga en cuenta algo y es que no cura tejido ya infectado; solo evita que la enfermedad avance hacia zonas sanas.

Otras consecuencias de su uso:

• Puede quemar el follaje.
• No debe aplicarse en plantas estresadas ni recién trasplantadas, y siempre conviene probar el producto en una zona pequeña antes de tratar toda la planta.
• Debe considerarse un último recurso: incluso siendo un pesticida botánico, puede afectar a insectos benéficos, y muchas plagas pueden controlarse corrigiendo condiciones de cultivo o retirando manualmente insectos y hojas afectadas.

*Nota del editor: este texto fue modificado por fines informativos que responden al porqué expertos recomiendan la no plantación de esta especie en el país

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