¿Qué es la estratificación de semillas y para qué sirve?

A medida que las comunidades reconocen su potencial, las semillas criollas podrían ser la clave para construir sistemas alimentarios más equitativos, resilientes y respetuosos con el medio ambiente.

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¿Sabía que muchas semillas no germinan aunque les dé sol y agua? Esto pasa porque algunas especies vegetales necesitan pasar por un proceso previo que imite las condiciones de su entorno natural para poder despertar y comenzar a crecer. En la naturaleza, este proceso ocurre de forma espontánea, sobre todo en regiones con estaciones marcadas. Pero si usted desea cultivar estas plantas en casa o en climas diferentes, debe aplicar una técnica llamada estratificación.

La estratificación de semillas es un proceso horticultural que consiste en romper la latencia de las semillas para facilitar su germinación mediante la manipulación de temperatura y humedad, imitando las condiciones naturales exteriores en las que crecerían de forma natural. Este proceso tiene sus raíces documentadas desde al menos 1664, cuando las semillas se estratificaban entre capas de suelo húmedo y se exponían a condiciones invernales para estimular la germinación posterior.

La latencia de las semillas representa un mecanismo de supervivencia que la naturaleza utiliza para retrasar la germinación hasta que las condiciones sean propicias para el crecimiento y supervivencia de la planta. Durante este estado latente, todo desarrollo se detiene, protegiendo a las semillas de germinar en momentos inadecuados como pleno invierno, cuando las plántulas podrían congelarse y morir. Un ejemplo ilustrativo es el kiwi, que en su lugar de origen sus semillas maduran en septiembre, pero entran en letargo para evitar que las plántulas enfrenten el frío extremo, la humedad excesiva y la falta de luz solar del invierno, aumentando así sus posibilidades de supervivencia.

Para romper la latencia de ciertas semillas y favorecer su germinación, los cultivadores emplean varias técnicas:

• Estratificación en frío (frío-húmeda): Es el proceso de someter las semillas a condiciones frías y húmedas, necesarias para muchas especies de árboles, arbustos y plantas perennes. Las semillas de plantas de paises invernales caen al suelo en otoño y permanecen allí durante el invierno. Las heladas y la humedad suavizan la cubierta externa de la semilla, lo que permite que el embrión se active y comience a crecer cuando llega la primavera. En casa este proceso se realiza llevando la semilla al congelador
• Estratificación en caliente: Este método simula el paso de la primavera y el verano, útil para semillas que requieren calor antes de germinar. Igual que en la estratificación en frío, se usan sustratos húmedos y recipientes cerrados, pero en este caso se mantiene las semillas entre 20 y 25 °C, o según lo requerido por la especie.
• Estratificación combinada (caliente + frío) Algunas especies necesitan ambos tratamientos, primero calor y luego frío, para activar completamente el embrión. Por ejemplo, el Cardamomo negro (Amomum subulatum) requiere: 4 semanas de estratificación en caliente, seguidas de 10 a 12 semanas en frío.

¿Cómo estratificar una semilla?

Cuando se controla el proceso de estratificación, se somete la semilla a condiciones de humedad y bajas temperaturas durante un periodo determinado, que puede variar de uno a tres meses, según la especie. Lo importante es:

• Mantener una temperatura constante entre +1 °C y +3 °C (nunca congelar).
• Asegurar un ambiente húmedo pero no empapado.
• Evitar el desarrollo de moho y hongos.

Para comenzar con el proceso, lo primero que debe hacer es limpiar bien las semillas, eliminando cualquier resto de pulpa, fragmentos de hojas, escamas o vainas. En el caso de frutos secos, no se debe retirar la cáscara.

Luego reúna los materiales necesarios:

• Semillas limpias
• Arena amarilla de construcción, vermiculita, turba o fibra de coco (estéril)
• Agua (preferiblemente con fungicida natural o comercial)
• Bolsa plástica hermética (tipo ziplock) o recipiente sellado
• Etiqueta con el nombre de la especie y la fecha

Siga después estos pasos:

Hidrate el medio:

Humedezca ligeramente el sustrato con 2 o 3 pulverizaciones de agua. Debe quedar húmedo, no mojado. Si se excede en agua, escúrralo.

Combine en la bolsa

• Añada una cucharadita de sustrato por cada porción pequeña de semillas (use más si las semillas son grandes).
• Mezcle bien para que las semillas queden rodeadas de material húmedo.
• Evite usar demasiada agua para prevenir el desarrollo de hongos.
• Como regla general, utilice tres partes de sustrato por una de semillas.

Etiquete la bolsa

• Incluya el nombre de la especie, la cantidad de semillas y la fecha de inicio del proceso.

Refrigere:

• Guarde la bolsa en el refrigerador doméstico (entre 1 °C y 5 °C). Puede esconderla detrás de los frascos si hay resistencia familiar.

Tenga en cuenta que algunas especies necesitan pasar primero por un período cálido y luego por el frío:

• El periodo de estratificación cálida se realiza a 15–20 °C durante unas semanas.
• Posteriormente, se aplica la estratificación en frío como se ha descrito.
• Alternativamente, estas semillas pueden sembrarse al aire libre en climas cálidos para que pasen naturalmente por el ciclo completo, germinando la primavera siguiente (a veces hasta la segunda primavera).

Revise periódicamente

• Inspeccione cada 1 o 2 semanas para detectar signos de germinación o moho.
• Si alguna semilla germina, retírela y siémbrela.
• Si detecta hongos, deseche las semillas afectadas y coloque las sanas en una bolsa nueva con sustrato limpio y ligeramente humedecido.

Ojo, antes de iniciar la estratificación, puede remojar las semillas en agua fría durante 6 a 12 horas. Esto acelera el proceso porque permite que absorban la humedad necesaria para activar los cambios químicos internos.

Prevención de enfermedades fúngicas

• Se recomienda usar un fungicida natural o comercial para humedecer el sustrato (por ejemplo, chinosol – sulfato de 8-quinolil potasio).
• Nunca mezcle diferentes especies en una misma bolsa.
• Si tiene muchas semillas, divídalas en varias bolsas pequeñas. Así, si una bolsa se contamina, no perderá toda la muestra.

Siembra y manejo de plántulas

Una vez que ha pasado el tiempo recomendado, las semillas están listas para sembrarse en macetas o directamente en viveros:

1. Profundidad de siembra: Siembre a una profundidad equivalente al grosor de la semilla. Al aire libre, plántelas un poco más profundo para protegerlas de la lluvia.
2. Sustrato para germinación: Use un suelo ligero, ligeramente firme y esterilizado para evitar enfermedades como Botrytis o Pythium.

Las condiciones de humedad son fundamentales para una germinación exitosa. El sustrato debe mantenerse ligeramente húmedo, evitando tanto el exceso de agua como la sequedad total. Un ambiente demasiado húmedo puede favorecer la aparición de hongos y enfermedades, mientras que la falta de humedad puede interrumpir el proceso de germinación o afectar el desarrollo inicial del embrión. Por eso, es importante revisar regularmente la humedad del medio y ajustarla según sea necesario.

Además, es clave garantizar una buena circulación de aire en el lugar donde se desarrollen las plántulas. Una ventilación adecuada ayuda a prevenir problemas fúngicos como el damping-off (marchitamiento por hongos), y contribuye al desarrollo de tallos más robustos, en el siguiente video le explicamos más sobre esto. Las plántulas que crecen en ambientes bien aireados tienden a ser más fuertes, sanas y resistentes, lo que aumenta sus posibilidades de supervivencia al momento del trasplante.

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