¿Tiene un agroemprendimiento sostenible? Postúlelo a este concurso del IICA

Bogota cuenta con huertos orgánico que provee ingredientes frescos.

Foto: Cortesía Hilton

Frente a desafíos cada vez más urgentes como la variabilidad climática, la inseguridad alimentaria y la necesidad de transitar hacia modelos económicos más sostenibles, América Latina necesita ideas audaces e innovadoras que ofrezcan soluciones reales desde el campo, pero también desde las huertas urbanas, los laboratorios de investigación y las universidades. Iniciativas que aprovechen el conocimiento, la biodiversidad y la tecnología para transformar el futuro del agro y la bioeconomía en la región.

Con este propósito, el IICA y Fontagro lanzaron el concurso Agrobioemprendimiento de Impacto Latam 2025, una iniciativa orientada a identificar y potenciar los emprendimientos agropecuarios más prometedores de América Latina. El enfoque es claro: impulsar propuestas sostenibles e innovadoras que aprovechen de forma responsable la biodiversidad y la biomasa de la región, integrando ciencia, tecnología y valor agregado.

“Queremos identificar bioemprendimientos capaces de transformar la biodiversidad y la biomasa de América Latina en soluciones concretas frente a desafíos alimentarios, energéticos, ambientales y sociales. Apostamos por iniciativas sostenibles, innovadoras y de alto impacto que generen productos y servicios con valor agregado, aportando al desarrollo económico, social y ambiental de la región”, dijo Hugo Chavarría, gerente de Innovación y Bioeconomía del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)

Para ello, las propuestas deben enfocarse en tres líneas clave de acción:

• Sustituir productos derivados de fuentes fósiles por alternativas sostenibles como bioplásticos, bioenergía o resinas biodegradables.
• Valorar la biodiversidad local mediante el desarrollo de alimentos funcionales, bioinsumos, biofármacos o bioservicios.
• Promover modelos circulares y regenerativos que reduzcan los impactos ambientales y fortalezcan la resiliencia de los territorios.

El concurso nace como respuesta a uno de los principales obstáculos para consolidar ecosistemas sólidos de bioemprendimiento en América Latina: la alta tasa de mortalidad de las iniciativas en etapas tempranas. Según Chavarría, muchos proyectos con gran potencial no logran avanzar debido a:

• La fragmentación del ecosistema de apoyo a emprendimientos basados en ciencia, tecnología e innovación.
• La escasa coordinación entre gobiernos, universidades, centros de investigación y sector privado.
• La falta de financiamiento especializado y de programas de incubación adaptados a las necesidades de los emprendimientos tecnológicos.
• El acceso limitado a mercados, redes estratégicas y asesoría técnica continua.

Frente a este panorama, el concurso busca acompañar a los emprendedores desde la fase de idea hasta su inserción en el mercado, ofreciendo respaldo en aspectos clave para su consolidación. A través de mentorías, vinculación con redes regionales y visibilidad para atraer inversión y colaboración, la iniciativa apunta a fortalecer el ecosistema de bioemprendimiento en América Latina de manera estructural y sostenible.

Además de identificar iniciativas innovadoras, el concurso promueve la articulación entre actores clave del ecosistema mediante la Red Latinoamericana de Bioeconomía. Esta red facilita la creación de alianzas duraderas y comunidades de práctica que potencian la colaboración y el aprendizaje colectivo en toda la región.

“Uno de los pilares del concurso es precisamente fortalecer la colaboración entre universidades, comunidades productoras y otros actores clave del ecosistema. Las instituciones académicas y centros de investigación pueden postular directamente o aliarse con emprendedores para validar tecnologías y transferir conocimiento. El objetivo es estrechar los vínculos entre la ciencia, el territorio y las soluciones productivas, impulsando una bioeconomía basada en alianzas reales, aplicables y sostenibles”, señaló el director.

¿Qué beneficios tendrá el ganador?

Los 100 proyectos seleccionados integrarán el primer catálogo de agroemprendimientos de impacto de América Latina, que tendrá una amplia difusión digital y regional. Además, 30 iniciativas destacadas participarán en un programa especializado de incubación y aceleración que comenzará en febrero de 2026. Este programa incluye:

• Mentorías personalizadas en validación tecnológica, modelos de negocio y estrategias de comercialización.
• Capacitación técnica y empresarial en temas clave como escalamiento, finanzas, propiedad intelectual y acceso a mercados.
• Acceso a una red regional de expertos, inversionistas y aliados estratégicos, que facilitará nuevas oportunidades de colaboración y financiamiento.
• Espacios de visibilidad y posicionamiento, tanto en el catálogo digital como en eventos de networking e intercambio regional.

Finalmente, los seis bioemprendimientos mejor evaluados recibirán un voucher de hasta US$15.000, que podrán destinar al fortalecimiento de sus procesos de incubación, escalamiento y preparación para acceder al mercado.

¿Quiénes pueden participar y cómo hacerlo?

El concurso está dirigido a productores agropecuarios, organizaciones de base, empresas, instituciones de investigación, universidades y ONG que operen en países prestatarios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en América Latina y España. Si una huerta agroecológica cumple con estos criterios y presenta una propuesta innovadora y sostenible, puede postular sin inconvenientes.

“Las huertas agroecológicas son, por definición, bioemprendimientos en marcha. Integran saberes locales, regeneración ambiental y seguridad alimentaria, y tienen un alto potencial educativo y transformador en los territorios. Funcionan como laboratorios vivos de innovación a pequeña escala, promueven el consumo local, la educación ambiental y la recuperación de conocimientos tradicionales. Además, pueden vincularse a redes de bioservicios turísticos o convertirse en centros de producción de alimentos funcionales y bioinsumos, articulando conservación y economía local”, puntualizó Chavarria.

Las postulaciones estarán abiertas desde el 15 de julio hasta el 30 de agosto de 2025. Las propuestas serán evaluadas en distintas fases, con base en los siguientes criterios:

• Innovación: Se valorarán propuestas que aporten soluciones novedosas o mejoradas frente a los desafíos mencionados. Ya sea mediante nuevas tecnologías, prácticas tradicionales revalidadas o modelos de negocio disruptivos.
• Impacto socioeconómico: Se tendrá en cuenta el potencial de la iniciativa para mejorar las condiciones de vida en los territorios, generar empleo, fortalecer economías locales, empoderar a comunidades y fomentar la inclusión.
• Sostenibilidad ambiental: Se evaluará que las prácticas propuestas promuevan el uso responsable de los recursos naturales, la regeneración de ecosistemas, la conservación de la biodiversidad y la resiliencia climática.
• Escalabilidad y replicabilidad: Se analizará si la experiencia puede ampliarse a otras regiones, adaptarse a contextos similares o servir como modelo para iniciativas futuras.
• Alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Las propuestas deberán contribuir al cumplimiento de metas globales, como el hambre cero, la producción y el consumo responsables, la acción por el clima, o la vida de ecosistemas terrestres, entre otros.

Para más información sobre el concurso y el proceso de inscripción, visite: https://tinyurl.com/yu3xplt4 o escriba a bioeconomia@iica.int.

“Tu propuesta puede ser parte del futuro sostenible de América Latina. Este concurso está diseñado para apoyar ideas con potencial transformador, incluso si aún están en etapa inicial. No necesita tenerlo todo resuelto: basta con tener compromiso, visión y ganas de crecer. Con el acompañamiento adecuado, una pequeña iniciativa puede convertirse en una solución de alto impacto. Si cree en su proyecto, anímese a postular”, finalizó el director.

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