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La temporada de reproducción de aves silvestres en el Valle de Aburrá trae consigo la aparición de polluelos en el suelo. Este fenómeno, que ocurre en los primeros meses del año, requiere del cuidado y responsabilidad de la comunidad.
Alejandro Vásquez Campuzano, subdirector ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, explica que es común encontrar polluelos en zonas verdes o en el suelo debido a que sus padres están en búsqueda de alimento. La autoridad ambiental ha recibido 201 reportes de pichones en situación de vulnerabilidad durante este año, lo que subraya la importancia de protegerlos y respetar su proceso natural de crecimiento.
La entidad ha emitido recomendaciones para garantizar el bienestar de los polluelos. Entre estas, se destaca la importancia de no alimentarlos, ya que la alimentación inadecuada podría causarles daños. También se aconseja no criarlos en casa, pues esto disminuye sus posibilidades de adaptarse a la vida silvestre.
En caso de encontrar un pichón en el suelo, se sugiere devolverlo al nido con cuidado, utilizando una toalla, y observar a distancia para asegurar que sus padres lo atienden. En caso de emergencia, como si el ave está herida, se debe contactar la línea de emergencias de fauna silvestre.
Vásquez enfatiza en que “es muy probable que los polluelos no estén abandonados, simplemente que los padres estén buscando alimento” y que pueden consultar cualquier duda con la Autoridad Ambiental del Área Metropolitana.
El Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR) de fauna silvestre, en convenio con la Universidad CES, es el encargado de atender los reportes de especies como currucutú, verdulejo, coquito y otras. La protección de estas aves es un compromiso colectivo que garantiza su papel en el equilibrio ecológico del Valle de Aburrá.
La comunidad puede contribuir significativamente con pequeñas acciones responsables, asegurando el bienestar de estas crías y apoyando la conservación de la biodiversidad en la región.
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