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Natalia se ha vuelto reconocida en los últimos días por expresar el dolor y la negación que puede sentir una madre al perder a un hijo. Es un chimpancé hembra de 21 años, cuyo nombre le ha dado la vuelta al mundo porque aún carga a su cría, que falleció hace tres meses en el zoológico Bioparc de Valencia, España.
Pues, la pequeña criatura, nació en febrero y a los pocos días murió, posiblemente porque la madre no producía leche suficiente, a pesar de que no se sabe con exactitud el motivo. Sobre esto, Miguel Casares, director general de la reserva natural, dijo a BBC que esta actitud puede aparecer en la naturaleza, ya que aquí el amor no tiene límites.
Por eso, los visitantes del establecimiento todavía pueden ver a Natalia cargando al bebé chimpancé y llevándolo a realizar sus actividades diarias. “No la suelta en ningún momento. Eso es una conducta descrita, que ocasionalmente puede suceder en hembras de chimpancés con crías que mueren con pocos días de vida, en el zoológico y en la naturaleza”, explicó Casares.
Además, para facilitar la etapa de duelo del animal, Caseres comentó que el personal ha sido respetuoso en este proceso de dolor. Pero que de todas formas se tomaron medidas para no poner en riesgo la vida de este chimpancé hembra. Debido a que el bebé está en un proceso de descomposición, lo que ha obligado a los expertos a evaluar diferentes formas para evitar problemas sanitarios que afectan a otros animales en la reserva.
Para ayudar a que Natalia vaya superando el trauma gradualmente, sus cuidadores la han apartado por algunos momentos de su hijo. Después de que los expertos analizaran la situación y consideraran anestesiar a Natalia, idea que se desmoronó rápidamente.
“Lo mejor para el chimpancé es tener su duelo natural y decidir cuando va a soltar a su cría”, subrayó Caseres. “El grupo está siempre junto. Entonces, si hubiéramos querido anestesiar a la madre para quitar a la cría, hubiéramos tenido con seguridad que anestesiar a varios miembros de la familia”, comentó. Para ellos, la relación de mamá y bebé es un lanzo “fuerte”, al igual que el de los humanos, por eso la separación puede ser más compleja.
Lo anterior, teniendo en cuenta que “los animales son una familia muy sociable y unida” y que tienen un entendimiento fascinante. “En los primeros días, estaban muy juntos, se abrazaban. Era algo bastante impresionante de ver porque lo asimilamos a lo que podría pasar con personas, nos resulta una situación muy cercana”, comentó a BBC.
