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En el mundo animal, cada especie tiene un nombre específico para identificar a sus crías. En el caso de la cabra, existe una forma correcta de referirse a su descendencia en las etapas iniciales de vida. Esta información forma parte del vocabulario general sobre animales de granja y puede ser útil tanto en contextos educativos como en entornos rurales.
La cría de una cabra se llama cabrito. Esta es la forma más comúnmente aceptada para referirse al animal durante sus primeros meses de vida. En algunos países o regiones, también se utiliza la palabra chivo, aunque esta puede variar según el uso local y el contexto cultural.
El término cabrito se emplea para designar a la cría de la cabra desde el momento de su nacimiento hasta que alcanza una etapa más desarrollada, cercana a la adultez. En algunas zonas, es común escuchar la palabra chivo para hablar de la misma etapa, aunque en ciertos contextos esta última puede tener significados adicionales o formar parte de expresiones populares que no necesariamente se relacionan con el animal en cuestión.
Ambas palabras, cabrito y chivo, son correctas en español. Sin embargo, la elección de una u otra depende de factores como la región geográfica, el ámbito en que se utilice el término y el grado de formalidad del lenguaje.
Nacimiento y primeras características
Una cabra puede dar a luz una o dos crías después de un período de gestación de aproximadamente cinco meses. El nacimiento suele ocurrir sin mayores complicaciones, y las crías comienzan a moverse pocos minutos después de haber nacido. En esta etapa, el cabrito permanece cerca de su madre, de quien recibe alimento y cuidado.
Los cabritos nacen con un peso promedio de entre dos y cuatro kilogramos. Al poco tiempo de nacer, buscan la leche materna para alimentarse, lo cual es esencial para su desarrollo durante los primeros días. En esta fase, dependen completamente del cuidado de la madre y del ambiente en el que se encuentren.
Durante sus primeras semanas de vida, el cabrito se alimenta exclusivamente de leche. Luego, de forma progresiva, empieza a probar alimento sólido, como pasto y forraje. El destete puede iniciarse a partir de los dos meses, aunque este proceso varía según las condiciones de crianza.
A medida que crecen, desarrollan habilidades motoras más avanzadas. Son capaces de correr, saltar y desplazarse con facilidad. También comienzan a interactuar más con otros animales de su especie, lo que favorece su socialización y aprendizaje.
En condiciones adecuadas, un cabrito puede alcanzar la madurez sexual alrededor de los cinco a ocho meses de edad, momento en el cual deja de considerarse una cría y pasa a ser identificado como cabra (si es hembra) o macho cabrío (si es macho).
Relación con otros animales y comportamiento
Los cabritos son animales sociables. En grupos, tienden a establecer vínculos con otros miembros, especialmente con su madre y hermanos. Su comportamiento durante los primeros meses incluye juego, exploración del entorno y comunicación a través de sonidos y movimientos corporales.
Al igual que otras especies de mamíferos, los cabritos utilizan el olfato, la vista y el oído para reconocer a su madre, detectar fuentes de alimento y percibir su entorno. Esta capacidad de percepción se desarrolla con rapidez en sus primeras semanas de vida. Cuando crecen en un entorno estable y tranquilo, muestran comportamientos activos, como trepar, saltar y seguir a otros animales. Estas conductas forman parte de su proceso natural de desarrollo.
Condiciones adecuadas para su crianza
Un cabrito necesita un entorno limpio, seguro y bien ventilado. Durante sus primeros días, es importante que tenga un espacio seco y protegido del frío. También requiere una fuente constante de agua y, después de iniciarse en la alimentación sólida, acceso a pasto o alimento equilibrado.
El contacto con su madre en los primeros meses es esencial, ya que de ella aprende muchas de sus conductas y obtiene la nutrición necesaria. Separaciones tempranas pueden afectar su desarrollo físico y comportamiento. Por eso, usted debe procurar que el vínculo materno se mantenga durante el tiempo recomendado por profesionales en manejo animal.
Además, es importante realizar controles veterinarios periódicos para verificar que el cabrito crezca en condiciones saludables. Las primeras semanas son críticas para su bienestar, ya que es cuando puede estar más expuesto a cambios de temperatura o enfermedades.
La forma correcta de llamar a la cría de una cabra es cabrito, aunque el término chivo también es utilizado en algunos países. Esta etapa de la vida del animal abarca desde el nacimiento hasta la madurez, y se caracteriza por un desarrollo rápido y la necesidad de cuidados específicos.
Conocer el término apropiado y las características del crecimiento del cabrito permite identificar mejor sus necesidades y comprender su comportamiento. Además, favorece una relación más informada y responsable con los animales, especialmente en contextos donde conviven con seres humanos.
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