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Los loros conforman una familia muy amplia que incluye algo más de 350 aves, entre las que se encuentran periquitos, agapornis, cacatúas, cotorras y guacamayos.
Por su inteligencia y capacidad de imitar sonidos, lamentablemente se han convertido en mascotas muy populares. Sin embargo, al ser extraídos de su hábitat natural, los loros sufren un estrés considerable y pueden desarrollar problemas de comportamiento.
Tener un loro como mascota es privar a un ser inteligente y social de su libertad natural, por esta razón, desde La Red Zoocial lo invitamos a denunciar cualquier caso de tenencia ilegal de loros, así como a crear conciencia ante la importancia de su libertad.
La libertad en la que estas aves deben vivir les permite formar fuertes lazos sociales con otros miembros de su especie, construir nidos, criar a sus crías y participar en actividades naturales como el baño de polvo (una forma en la que estas aves limpian y acondicionan sus plumas, revolcándose en tierra seca o arena), lo que contribuye a su bienestar físico y mental.
La esperanza de vida de un loro
La esperanza de vida de un loro varía considerablemente según la especie. Agroanimal, centro de soluciones y tienda de animales, explica que los guacamayos y las cacatúas pueden vivir más de 80 años, mientras que los periquitos australianos suelen tener una vida promedio de 10 a 15 años. Para cumplir con esta expectativa de vida, necesitan de una dieta equilibrada y variada. Los alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras y semillas, fortalecen su sistema inmunológico y previenen enfermedades.
Así mismo, un entorno seguro y enriquecido es fundamental para su bienestar. Además de la temperatura y los bajos niveles de contaminación a los que se vean enfrentados. ExpertoAnimal, especialistas en animales, añaden que volar es muy importante para los loros, pues esta actividad garantiza que se mantengan sanos física y mentalmente, limitarla aumenta el riesgo de obesidad y otros problemas de salud.
Un equipo internacional de científicos liderado por investigadores de la Universidad de Duke (Estados Unidos) publicó un trabajo donde se revela que el cerebro de los loros juega un papel crucial en su longevidad, ya que su gran capacidad cerebral se relaciona con su inteligencia y habilidades de aprendizaje. Además, parece estar vinculada a mecanismos biológicos que ralentizan el envejecimiento.
Recuerde que los loros son animales que pertenecen y viven mejor en libertad, por lo que el aislamiento al que son sometidos cuando se tienen como mascotas puede provocarles severos trastornos psicológicos, como depresión, ansiedad y conductas autodestructivas.
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