María Fernanda Amaya, paciente de LaCardio con su perrita y fiel compañía, Sasha.
Foto: GUSTAVO TORRIJOS
El momento en el que María Fernanda Amaya, una paciente con fibrosis quística de la Fundación Cardioinfantil, en Bogotá, se reencuentra con su perrita Sasha es realmente conmovedor. La mascota corre hacia ella, moviendo su cola con entusiasmo, mientras la joven, de 27 años, la recibe con una sonrisa que había quedado eclipsada por los largos y difíciles días de hospitalización. El solo hecho de volver a estar cerca de su fiel amiga le proporciona calma y le da un impulso anímico clave para continuar con su tratamiento.
Graci...

Por Ana Vega
Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Nacional con interés en temas de divulgación cultural y medio ambiente.@Anav3g4avega@elespectador.com