
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Durante más de dos años, un oso negro de Estados Unidos vagó por los bosques con una pesada tapa de plástico atorada en el cuello. El primer avistamiento se registró en 2023, cuando el animal era apenas un cachorro. Desde entonces, logró sobrevivir como pudo: comía, caminaba y descansaba con el objeto estorboso rodeándole el cuerpo, en una lucha silenciosa contra el dolor.
La tapa, correspondiente a un tambor de 55 galones, quedó atrapada cuando, según las autoridades, el oso habría intentado buscar alimento dentro del contenedor. El plástico no solo le impedía moverse con normalidad, sino que con el tiempo causó heridas, pérdida de pelo y hasta un absceso en la piel.
En mayo de este año, una cámara de rastreo del Departamento de Recursos Naturales logró captarlo de nuevo. Gracias a eso, el pasado 3 de junio, un equipo especializado logró sedarlo y extraerle el objeto con éxito.
Durante la evaluación veterinaria, los especialistas descubrieron que el oso había modificado su postura para caminar y dormir, como una forma de adaptarse al dolor. Aun así, sorprendió su capacidad de resistencia: estaba activo y, en términos generales, con buena salud.
Ese mismo día, fue liberado nuevamente en su hábitat, esta vez sin la tapa que lo había acompañado desde su infancia, y con una etiqueta de monitoreo para seguir su proceso.
After nearly 2 years with a plastic lid stuck around its neck, a black bear in Michigan was just freed.
— Goodable (@Goodable) June 19, 2025
The bear was released back into the wild, thanks to these biologists who tracked and treated it. 🐻💙
📸Michigan DNR via Storyful#GoodNews #Goodableapp pic.twitter.com/ePpdDigBd4
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱
