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Gatos y árboles de Navidad: qué los atrae y cómo prevenir accidentes en casa

La introducción gradual del estímulo permite reducir la intensidad del efecto Navidad.

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La Red Zoocial
23 de diciembre de 2025 - 04:34 p. m.
Gatos y árboles de Navidad: qué los atrae y cómo prevenir accidentes en casa
Foto: Unsplash
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La reacción de muchos gatos frente a los árboles de Navidad, sus ganas de entretenerse y, a la vez, la posibilidad de causar algún daño accidentalmente, está estrechamente relacionada con los procesos de socialización temprana en los felinos.

Según explica Fredy Manrique, médico veterinario y magíster en etología (la ciencia que estudia el comportamiento de los animales), los gatos atraviesan una etapa crítica de socialización entre la semana ocho y la semana 11 de vida. Durante ese periodo, la exposición a distintos estímulos influye en la manera en la que van a reaccionar ante ellos cuando sean adultos.

Cuando un gato que no ha estado expuesto previamente a ciertos elementos se encuentra de forma repentina con un árbol de Navidad, puede activarse lo que Manrique denomina el efecto Navidad. Este concepto hace referencia a la respuesta comportamental que aparece ante un conjunto de estímulos nuevos y simultáneos: una estructura alta, luces, objetos colgantes, cambios en el ambiente y, en muchos casos, sonidos que llaman la atención del gatito en esta época.

¿Qué produce el árbol de Navidad en los gatos?

Este, uno de los objetos centrales de nuestra decoración en Navidad, reúne varios de esos estímulos que mencionamos anteriormente y que, desde el comportamiento felino, resultan altamente atractivos. Esa suma de factores puede generar deseos de exploración, intentos repetidos por subirse al árbol o conductas de juego dirigidas a los adornos, que pueden escalar rápidamente si no hubo una habituación previa.

Entonces, uno de los principales problemas surge cuando el gato interactúa directamente con la decoración. Pues, más allá de que el árbol pueda caerse, existen riesgos asociados a la manipulación o la ingesta de adornos. Manrique asegura que esas complicaciones específicas que pueden requerir atención veterinaria: “Hay gatos que, incluso, se pueden comer las guirnaldas, esferas u otros adornos, y eso les puede generar un accidente que se llama extracción de un cuerpo extraño lineal. En ocasiones necesita cirugía”.

Además, los gatos pueden enredarse con las luces o las figuritas colgantes, cosa que aumenta el riesgo de lesiones o de episodios de estrés agudo.


Otros cambios de comportamiento asociados al efecto Navidad

El efecto Navidad no solo se manifiesta a través de conductas de exploración o juego, sino que, en algunos gatos, puede generar cambios comportamentales como ansiedad, agresividad, que comiencen a orinar fuera de la bandeja o arenera, y respuestas de miedo frente al entorno en general.

Otros pueden disminuir o suspender la ingesta de alimento como respuesta al estrés, punto que es especialmente importante desde la medicina veterinaria, ya que la falta de apetito sostenida puede derivar en complicaciones graves: “Eso se denomina anorexia, que puede llegar a generar hígado graso y el gato es propenso a fallecer. No es una consecuencia frecuente, pero el riesgo existe”, explica Manrique.


Recomendaciones

Desde la etología, una de las principales recomendaciones es evitar que el árbol aparezca de manera repentina en el entorno del gato. Se sugiere comenzar únicamente con la estructura del árbol y, de forma progresiva, ir incorporando las ramas, los adornos y las luces. Este proceso ayuda a que el gato se familiarice con cada cambio y disminuye la probabilidad de respuestas muy intensas.

Además, el árbol debe estar bien sujeto y no excesivamente cargado.


  • Si el gato ya presenta alteraciones

Si el árbol ya está armado y el gato comienza a mostrar comportamientos inusuales, las medidas deben ajustarse al nivel de su afectación. En los casos leves, puede ser suficiente reducir la intensidad de las luces, los ruidos y los adornos móviles.

Si nuestra mascota presenta síntomas de ansiedad o de agresividad muy marcados, puede ser necesario limitar su acceso al área en donde se encuentra el árbol o ubicarlo temporalmente en una zona más alejada de la casa. Si el comportamiento se vuelve más fuerte o se mantiene, debe asistir a consulta con un médico veterinario especialista.


Tip adicional: El uso de feromonas puede ser una herramienta útil en algunos casos. Pueden emplearse en forma de collar, difusor ambiental o spray, pero siempre con precaución. Manrique aclara que “el gato no debe estar ahí cuando se aplica, porque es un difusor alcohólico”, por lo que se recomienda esperar un tiempo antes de permitir el acceso del animal al área tratada.

Otras medidas pueden incluir utilizar música diseñada para favorecer la relajación en el animal, ofrecer rascadores verticales, repisas en altura —especialmente cerca de ventanas— y aumentar las sesiones de juego ayuda a canalizar conductas naturales del gato y a reducir la fijación con el árbol.

En escenarios extremos, desmontar el árbol puede ser necesario. No suele ser una decisión popular, pero puede ser la mejor opción cuando el bienestar se ve comprometido.


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