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Long, un hombre de 82 años oriundo de la provincia de Guangdong, al sur de China, ha vivido una vida marcada por la soledad. No tuvo hijos, no mantiene contacto con familiares cercanos y hace más de una década perdió a su esposa. Desde entonces, su única compañía ha sido Xiamba, una gatica que rescató junto a sus tres crías. Mientras los cachorros fueron entregados en adopción, él decidió quedarse con la madre, que se convirtió en su mejor amiga.
Ahora, con la conciencia del paso del tiempo, Long tiene una sola preocupación: asegurarse de que su gata no quede sola cuando él ya no esté. El hombre ha iniciado la búsqueda de una persona que quiera adoptarla. Pero su propuesta ha sorprendido al mundo: está dispuesto a entregar toda su herencia, incluidos su apartamento y sus ahorros, a quien se comprometa a cuidarla con amor y responsabilidad.
La historia, publicada por el South China Morning Post, se ha viralizado rápidamente. Aunque no se conocen los términos exactos del acuerdo de cuidado, la intención del anciano es clara: más allá del dinero, busca a alguien que realmente valore y ame a los animales. “Si nadie está dispuesto a aceptar la oferta, es porque no aman a los gatos o porque las condiciones del anciano son demasiado estrictas”, opinó un usuario incrédulo ante semejante oferta.
Mientras algunos dudan de la veracidad de la historia, otros han expresado su disposición a cuidar de Xiamba sin esperar nada a cambio. Lo cierto es que esta historia ha tocado fibras profundas, recordándonos que, para muchos, un animal no es solo compañía: es familia.
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