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“Parece un T-Rex”, “Camina como un pato”, “Es un velociraptor peludo”... Estos son algunos de los comentarios frecuentes en las publicaciones relacionadas con Duck, una pequeña gatita que vive con solo dos patas. Pero más allá de lo curiosa que resulta su forma de caminar, esta felina tiene detrás una conmovedora historia de fortaleza y rescate.
Duck perdió sus dos patas delanteras tras meterse en el motor de un vehículo. Afortunadamente, fue rescatada y llevada a un hogar de acogida, donde Cody, su actual dueño, quedó enamorado de inmediato. “Mi hermana quería traerla a casa como acogida temporal, pero probablemente al día siguiente decidí adoptarla”, comentó Cody a The Dodo. “Cuando la conocí, me enamoré al instante”.
La gatita apenas tenía unos meses cuando ocurrió el accidente, por lo que creció sin sus patas delanteras y aprendió a adaptarse a su nueva forma de movilizarse. Según cuenta Cody, al verla en acción es evidente que Duck es una gata normal en casi todos los aspectos: juega, explora y se divierte con entusiasmo. “Siempre está feliz y es inspirador verla”, dice su dueño.
Duck comparte su hogar con cinco perros y un gato llamado Goose, con quien tiene una conexión especial. La pareja es inseparable y en Instagram se les puede ver abrazados y jugando. “Es increíble, siempre está llena de energía, es muy juguetona y encuentra la manera de meterse en todo”, afirma Cody.
A pesar de sus limitaciones, Duck pasa sus días corriendo por toda la casa, jugando con sus compañeros peludos y demostrando que todos los peluditos, sin importar su raza, tamaño, color o condición, merecen una vida digna rodeada de amor y cuidado.
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