
Calcule la cantidad de alimento que pone en el plato para que no queden restos que puedan contaminarse.
Foto: Freepik
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El cuidado de la alimentación de nuestro gato no termina al elegir el mejor alimento, sino también en cómo lo almacenamos. Un almacenamiento incorrecto puede dañar los alimentos y poner en riesgo la salud de nuestro peludito. Por eso, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ofrece estas recomendaciones clave:
- Conserve los alimentos en su envase original: guardar los alimentos o premios en su bolsa o empaque original no solo ayuda a preservar la frescura, sino también facilita tener a mano información esencial, como el código de barras, el número de lote, el nombre del producto, el fabricante y la fecha de vencimiento.
- Si usa un contenedor adicional, mantenga la bolsa dentro: si prefiere usar un contenedor para almacenar croquetas, coloque la bolsa completa dentro del contenedor en lugar de vaciar su contenido. Esto evita el contacto directo con superficies que podrían contaminar el alimento.
- Use contenedores adecuados y límpielos regularmente: si decide vaciar las croquetas en un contenedor, asegúrese de que esté limpio y seco, y que además sea hermético, esto ayuda a mantener la frescura y a evitar que su gato acceda al alimento. Cuando termine una bolsa, lave y seque bien el contenedor antes de llenarlo con una nueva, para eliminar residuos de grasa o migajas que puedan albergar bacterias.
- Guarde el alimento en un lugar fresco y seco: almacene la comida en un sitio donde la temperatura no exceda los 26 °C, ya que el exceso de calor o humedad puede dañar sus nutrientes.
- Refrigere los alimentos abiertos: si usa alimentos enlatados o porciones húmedas, refrigere de inmediato los restos y ajuste su refrigerador a 4 °C o menos, pero nunca los congele. Los alimentos que sobran deben desecharse si no se conservan adecuadamente.
- Limpieza diaria de utensilios y platos: el aseo de los recipientes donde come su gato también es muy importante, lave y seque los platos después de cada uso. Los platos de agua deben lavarse diariamente para evitar la acumulación de bacterias.
Proteger la salud de su gato está en sus manos. Con estos sencillos pasos, no solo asegura la frescura de los alimentos, sino también el bienestar de su mejor amigo.
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