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Los gatos domésticos poseen un instinto natural de supervivencia que puede variar según la edad, la raza y las características individuales. Este instinto se manifiesta en su comportamiento diario, desde los juegos hasta la búsqueda de calor y seguridad en su hogar. Esto se debe a que desarrollan una relación cercana con los humanos, creando un lazo de dependencia que les beneficia en su supervivencia.
A continuación le explicamos cómo funciona el instinto de supervivencia en los gatos domésticos:
Instinto de caza: un legado ancestral
El instinto de caza de los gatos es uno de los aspectos más destacados de su comportamiento. Estos felinos son depredadores por naturaleza, y su habilidad para cazar está profundamente arraigada en su ADN. Pablo Gómez, académico de Medicina Veterinaria de la Universidad de San Sebastián, explica en su columna “La supervivencia de los gatos” que “el gato proviene de un cazador solitario que, de ser posible, viviría encuevado sin interactuar con ningún otro individuo, excepto para reproducirse, cazar o defender un territorio”.
Los gatos que viven en hogares, aunque están bastante domesticados, siguen manteniendo ese instinto de supervivencia a través de la caza, solo que lo desarrollan mediante el juego. Por eso, a estas mascotas les encantan los juguetes que les permiten correr, esconderse y acechar. Este comportamiento no solo es una demostración de sus habilidades depredadoras, sino también una forma de estimulación mental y física.
Búsqueda de calor y seguridad
Otra faceta del instinto de supervivencia de los gatos es su búsqueda constante de calor y seguridad. Los gatos buscan lugares cálidos y seguros para descansar, y el cuerpo humano, al irradiar calor, se convierte en un refugio ideal para ellos.
Este comportamiento no solo es una búsqueda de confort, sino que también fortalece el vínculo entre el gato y su dueño, proporcionando una sensación de seguridad y bienestar al felino.
A pesar de la domesticación, los gatos conservan muchos comportamientos de sus ancestros salvajes. Por ejemplo, el acto de amasar mantas o las piernas de sus dueños es una muestra de afecto y relajación que tiene raíces en su comportamiento natural.
Además, es crucial para su bienestar proporcionarles una alimentación nutritiva y balanceada, así como juguetes seguros que no representen un riesgo para su salud. Este instinto de supervivencia es un componente esencial en la vida de los gatos, permitiéndoles adaptarse y prosperar en entornos como el hogar.
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