¿Cómo saber si un gato tiene dependencia a su dueño?

Los gatos tienen fama de ser animales independientes y solitarios, pero la realidad es que ellos pueden llegar a construir relaciones muy fuertes con sus cuidadores.

Foto: sh_mio

Es bien sabido que algunos perros pueden desarrollar una dependencia excesiva con sus cuidadores. Es muy común escuchar historias de caninos que no pueden alejarse de sus propietarios y están todo el día al lado de ellos. Aunque no es tan común, esto también puede suceder en los gatos.

Los gatos tienen fama de ser animales autónomos, independientes y solitarios, pero la realidad es que ellos pueden llegar a construir relaciones muy fuertes con sus cuidadores si son tratados de la forma correcta. Su personalidad depende en gran medida del proceso de socialización a temprana edad. Es decir, los felinos deben acostumbrarse a estar rodeado de humanos, niños u otros animales para aprender a interactuar con ellos. Aun así, todos los felinos pueden desarrollar procesos de dependencia hacia sus propietarios si se dan las circunstancias adecuadas.

Según Experto Animal, si los cuidadores de los gatos los sobreprotegen, no cubren correctamente sus necesidades, los aíslan del entorno o se comportan con ellos de manera imprevisible, pueden establecer una relación de apego inseguro y ansioso. Por ello, podrían mostrarse nerviosos, hipervigilantes o preocupados cuando estén con sus dueños.

¿Cómo saber si mi gato tiene dependencia?

• Lo sigue constantemente en el hogar: su gato comienza a perseguirlo, se despierta si lo deja solo y no está relajado cuando usted no está con él.
• Orina o defeca de forma descontrolada en el hogar: es otra señal de la frustración que está experimentando su animal cuando se siente abandonado. Suele hacerlo en lugares que podrían molestarlo, como el sofá o la cama, porque cree que de esta manera usted volverá pronto para limpiar el desastre.
• Vocaliza inadecuadamente: si el felino no se encuentra con usted, puede comenzar a maullar con desesperación, vomitar o dejar de comer. Además, puede repetir movimientos de forma obsesiva, autolesionarse o ser incapaz de dormir.
• Se pone nervioso con la visita: empieza a tener conductas esquivas e, incluso, ariscas cuando hay personas extrañas en casa. Además, si se va de viaje y lo deja al cuidado de otra persona, lo pasa muy mal, no duerme, no quiere comer y está deprimido.

Si usted cree que su gato presenta alguno de estos síntomas, acuda con un médico veterinario, recuerde que solo él puede diagnosticar lo que realmente tiene su minino.

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