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Los gatos son animales curiosos, meticulosos y extremadamente sensibles a su entorno. Sus hábitos y preferencias son guiados por su instinto natural. Esto incluye cómo, cuándo y dónde beben agua.
A diferencia de otros animales, los gatos no suelen hidratarse en exceso, por lo que cualquier obstáculo que afecte su comodidad o seguridad al beber puede reducir aún más su consumo, con consecuencias para su salud. Por eso, más allá de ofrecerles agua limpia, es fundamental prestar atención a un aspecto que muchos dueños pasan por alto: el lugar donde se coloca su cuenco de agua.
Aunque pueda parecer un detalle menor, la ubicación del cuenco de agua de un gato influye directamente en su bienestar y hábitos de hidratación. Según el portal especializado en mascotas Vet Help Direct, los gatos son animales exigentes con sus recursos y requieren sentirse seguros y cómodos para utilizarlos. Por ello, hay ciertos lugares comunes en el hogar donde no debería colocarse su bebedero.
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El sitio ideal para el cuenco de agua es un entorno tranquilo, alejado del ruido y el tránsito frecuente como la sala de estar (en una esquina tranquila, lejos de la TV o altavoces), un estudio u oficina.
También se aconseja no ubicarlo pegado a una pared o en esquinas estrechas, para que el animal tenga libertad de acceso desde distintos ángulos.
En viviendas de varios niveles, lo recomendable es contar con al menos un bebedero por piso. En hogares con más de un gato, la sugerencia es aún más específica: un bebedero por animal, más uno adicional, para ofrecer opciones y evitar conflictos.
En el caso de los gatos que tienen acceso al exterior de forma segura, también es importante proporcionar una fuente de agua al aire libre. Esta debe estar ubicada en un sitio sombreado, lejos del sol directo o de zonas que puedan enfriarse en exceso durante épocas de frío.
Aunque parezca irrelevante, hay ciertos lugares de la casa donde no debería ir el cuenco de agua de un gato. Espacios con mucho ruido, tránsito constante o cerca de su comida o arenero pueden generar incomodidad y hacer que evite beber.
No junto a la comida
Uno de los errores más frecuentes es colocar el cuenco de agua justo al lado del plato de comida. Aunque es práctico para los humanos, puede ser poco apetecible para los gatos. En la naturaleza, los felinos evitan beber cerca de donde comen para no contaminar el agua. En casa, los olores fuertes o restos de comida pueden provocar que un gato rechace el agua o simplemente beba menos.
No cerca del arenero
Otro lugar a evitar es cerca de la bandeja sanitaria. Instintivamente, los gatos no beben donde hacen sus necesidades.
No en zonas ruidosas o de paso
Evita lugares muy transitados como la cocina, pasillos o cerca de puertas. Los gatos prefieren espacios tranquilos para beber. Además, la cocina suele tener olores intensos y cambios de temperatura que no son del agrado de sus narices.
Separar los recursos —agua, comida, arenero, cama y escondite— es parte esencial de un entorno felino equilibrado. Estas decisiones cotidianas, aunque parezcan simples, tienen un gran impacto en la salud y el comportamiento de los gatos.
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