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Los gatos son animales inteligentes, curiosos, juguetones y muy amorosos. En los últimos años, estos seres se han convertido en una de las mascotas preferidas para las familias por la compañía que brindan y porque, a diferencia de los perros, no requieren de tanta atención. Sin embargo, hay felinos que requieren de más cuidados que otros. Y este es el caso de los gatos blancos, especialmente los que tienen ojos azules, pues suelen tener problemas de audición.
De acuerdo con la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales, casi el 17 % de los gatos blancos son sordos y el porcentaje aumenta al 40 % cuando tiene por lo menos un ojo azul, mientras que supera el 60 % cuando los dos ojos son de ese color.
De acuerdo con el portal especializado en felinos, Champion Cat, los gatos blancos pueden tener este color de pelaje por tres razones genéticas: por ser albinos, es decir, sin color; por tener el gen S (que genera las manchas blancas); o por tener el gen W (Dominant White). En los dos primeros casos, no hay ninguna relación entre el color del minino y una posible sordera, pero los felinos cuyo blanco obedece al gen dominante W sí están asociados a la sordera, especialmente cuando tienen ojos de color azul o de color dispar.
Estos gatos, según los médicos veterinarios, nacen normales y a medida que van creciendo demuestran su sordera, generalmente entre los dos y tres meses de edad. Según Carlos Cifuentes, médico veterinario de Pet Food Institute, mediante la prueba BAER (Brainstem Auditory Evoked Response) se puede comprobar si un felino es sordo de los dos oídos, de uno solo o si, por el contrario, tiene hipoacusia (presenta una disminución en el sentido de la audición, pero no son completamente sordos).
“Los gatos sordos pueden vivir una vida normal, pero ignoran los ruidos. Ellos pueden aprender el lenguaje de señas y así saber cuándo es el momento de comer, correr, salir, dormir, no maullar, etc. Como ellos son tan visuales y observadores, pueden aprender muy rápido las costumbres de sus dueños”, asegura el médico Cifuentes.
El veterinario también explica que los ojos azules en los gatos son el resultado de un problema celular: estos iris carecen o padecen de deficiencia de melanocitos, que son células que producen el pigmento. Es decir, estas mismas células crean pigmento de la piel y desempeñan un rol en el funcionamiento del oído interno. Por lo tanto, los gatos con menos melanocitos (gatos blancos con ojos azules) pueden no tener suficientes células para que su audición funcione correctamente.
Para que un gato sea blanco solo es necesario que uno de sus padres sea completamente de este color. En este tipo de pelaje es posible encontrar felinos con distintos ojos, bien sean azules, amarillos, verdes y uno de cada color. Las razas más propensas a las alteraciones auditivas son: siamés, balinés, himalaya, persa, birmano, javanés, ragdoll, entre otros.
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