
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Estos felinos, a diferencia de sus compañeros domésticos, enfrentan una serie de peligros y desafíos diarios que ponen en riesgo su bienestar y seguridad. Uno de los aspectos más alarmantes es su esperanza de vida, que suele ser considerablemente más corta que la de los gatos que viven en hogares. De hecho, muchos no alcanzan la madurez debido a las múltiples adversidades que deben enfrentar.
En promedio, un gato callejero vive entre 2 y 5 años, aunque esta cifra puede variar dependiendo de las circunstancias. Lamentablemente, no todos los gatos logran alcanzar ni siquiera los 2 años debido a los constantes peligros que acechan en su entorno.
La escasez de alimentos, el clima extremo, las enfermedades, los accidentes de tráfico y los ataques de otros animales son solo algunos de los factores que acortan drásticamente su esperanza de vida. Estos desafíos hacen que la vida en las calles sea una prueba constante para los felinos que se ven obligados a sobrevivir en ellas.
¿Cuánto vive un gato doméstico y uno callejero?
La diferencia en la esperanza de vida entre un gato callejero y uno doméstico es notable. Mientras que los gatos que viven en hogares pueden superar fácilmente los 15 años de vida gracias a los cuidados veterinarios, la alimentación balanceada y un entorno seguro, los callejeros no cuentan con esas ventajas.
Su sistema inmunológico se debilita debido a la mala nutrición y la exposición constante a enfermedades, lo que los hace más susceptibles a infecciones. Además, el estrés crónico de vivir sin un refugio adecuado aumenta su vulnerabilidad frente a una amplia variedad de riesgos.
Uno de los mayores retos para un gato callejero es la competencia constante por recursos limitados. La comida es escasa, y los gatos deben luchar por conseguir lo que necesitan para sobrevivir. Esto a menudo los lleva a enfrentamientos violentos con otros gatos o animales, lo que puede resultar en heridas graves o infecciones.
A su vez, estos felinos se encuentran en riesgo de contagiarse de enfermedades infecciosas graves, como el virus de la leucemia felina (FeLV) o el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV), que pueden ser fatales si no se tratan adecuadamente.
¿Cómo ayudar a un gato abandonado?
Si alguna vez se encuentra con un gato callejero, hay varias formas en las que puede ayudar. Proporcionarle comida y agua es el primer paso para asegurar que el gato reciba los nutrientes básicos que necesita para sobrevivir. También es recomendable llevarlo a un veterinario para que lo evalúe, le proporcione las vacunas necesarias y lo revise por posibles enfermedades.
En algunos casos, si es posible, puede buscarle un hogar o un refugio donde esté a salvo. Muchas organizaciones locales están comprometidas con el bienestar de los gatos callejeros, y apoyarlas puede hacer una gran diferencia.
Adoptar un gato de un refugio es otra excelente manera de contribuir al bienestar de estos animales y ayudar a reducir la población de gatos callejeros. Los gatos de refugio suelen estar vacunados, esterilizados y en busca de un hogar. Al adoptar, no solo está brindando una nueva oportunidad a un animal, sino que también está ayudando a controlar la sobrepoblación.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱
