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Esta es la forma correcta de llevar a un gato en un carro: hay errores comunes

Nunca se debe llevar al felino suelto dentro del vehículo por más tranquilo que parezca. Un frenazo inesperado, un accidente o incluso un movimiento brusco puede hacer que el animal se lastime.

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La Red Zoocial
17 de abril de 2025 - 02:44 p. m.
Aunque muchas personas creen que llevar al gato en brazos o permitirle moverse libremente dentro del carro es inofensivo, en realidad se trata de un error común.
Aunque muchas personas creen que llevar al gato en brazos o permitirle moverse libremente dentro del carro es inofensivo, en realidad se trata de un error común.
Foto: Freepik
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Viajar en automóvil con un gato puede convertirse en una experiencia estresante tanto para el animal como para usted, si no se toman las precauciones adecuadas. A diferencia de los perros, los gatos son criaturas muy territoriales, y cualquier cambio de entorno, como un vehículo en movimiento, puede generarles ansiedad, miedo e incluso reacciones agresivas.

Aunque muchas personas creen que llevar al gato en brazos o permitirle moverse libremente dentro del carro es inofensivo, en realidad se trata de un error común que puede poner en riesgo su seguridad y la del conductor. La forma correcta de transportar a un felino en un automóvil requiere preparación, elementos específicos y conocimiento de su comportamiento natural.

Como dueño responsable, debe conocer las prácticas para garantizar un viaje tranquilo, seguro y sin sobresaltos. En La Red Zoocial le explicamos cómo hacerlo correctamente y qué errores evitar.

Usar un transportín adecuado es obligatorio, no opcional

El primer paso esencial para trasladar a un gato en carro es contar con un transportín (también llamado guacal) apropiado. Este debe ser firme, resistente, con buena ventilación y del tamaño adecuado para que el animal pueda pararse, girar y acostarse con comodidad. Los transportadores diseñados específicamente para gatos suelen tener cierres seguros, materiales fáciles de limpiar y superficies antideslizantes.

Nunca se debe llevar al gato suelto dentro del carro, por más tranquilo que parezca. Un frenazo inesperado, un accidente o incluso un movimiento brusco puede hacer que el animal se lastime o se convierta en un proyectil dentro del habitáculo. Además, si el gato entra en pánico, podría intentar esconderse bajo los pedales, subirse al tablero o incluso arañar al conductor.

Por eso, usted debe asegurarse de ubicar el transportín en un lugar seguro dentro del vehículo, preferiblemente en el asiento trasero, sujeto con el cinturón de seguridad. Esto evitará que se desplace en caso de movimiento brusco.

Preparar al gato con antelación reduce el estrés del viaje

Otro error frecuente es meter al gato en el transportín únicamente cuando es necesario salir. Esto hace que el animal lo asocie con experiencias desagradables como visitas al veterinario o largos desplazamientos, lo cual incrementa su ansiedad.

Lo ideal es que usted acostumbre al gato al uso del transportador desde casa, dejándolo abierto en un lugar donde el animal lo explore por iniciativa propia. Colocar mantas con su olor, juguetes o golosinas en su interior puede ayudar a crear asociaciones positivas. Una vez que el felino entre voluntariamente, usted puede cerrar la puerta por breves periodos para que se habitúe a la sensación de estar dentro sin sentirlo como una amenaza.

Realizar pequeños trayectos de práctica antes de un viaje largo también es recomendable. De este modo, el animal se familiariza con los sonidos del vehículo, las vibraciones y el entorno sin sentirse abrumado.

Evite alimentarlo justo antes del viaje

Usted debe tener en cuenta que algunos gatos son propensos a marearse en el automóvil. Para prevenir vómitos o malestares, se aconseja no darles comida al menos dos horas antes de iniciar el trayecto. Si el viaje es largo, puede ofrecerle agua en pequeñas cantidades durante una parada, siempre que el animal esté tranquilo y lo permita.

Tampoco es conveniente ofrecerle comida durante el recorrido, ya que el movimiento del vehículo puede dificultar la digestión y generar malestar. Si el trayecto es muy extenso, consulte previamente con el veterinario para recibir indicaciones específicas según la edad, el estado de salud y el temperamento del gato.

La ventilación y la temperatura deben estar controladas

El interior de un vehículo puede calentarse rápidamente, especialmente si el clima exterior es cálido. Usted debe asegurarse de mantener el automóvil bien ventilado, con el aire acondicionado encendido si es necesario, para evitar que el gato sufra un golpe de calor.

Nunca se debe dejar al gato dentro del carro estacionado, ni siquiera por unos minutos, ya que la temperatura interna puede subir peligrosamente en poco tiempo. Esto puede provocar un colapso térmico o incluso la muerte del animal.

Además, evite colocar el transportín directamente frente a una corriente de aire frío o caliente. Lo mejor es mantener una temperatura moderada y constante, procurando que el gato se sienta lo más cómodo posible.

Mantenga un ambiente tranquilo durante el trayecto

El ruido y los estímulos visuales pueden alterar al gato con facilidad. Usted puede cubrir parcialmente el transportín con una manta ligera para reducir la exposición al movimiento externo y a la luz intensa. Escuchar música suave o evitar ruidos estridentes también ayuda a mantener un entorno relajado.

Hable con voz baja si necesita calmarlo y evite manipular el transportador durante el viaje. Algunos dueños cometen el error de abrirlo mientras el auto está en movimiento, lo cual representa un grave riesgo. Si necesita revisar al gato o permitirle estirarse, debe hacerlo únicamente con el vehículo detenido y en un espacio seguro.

Llevar a un gato en un carro puede parecer una tarea sencilla, pero implica una serie de cuidados específicos que usted no debe pasar por alto. Preparación previa, transporte seguro, control del ambiente y conocimiento del comportamiento felino son factores clave para lograr un viaje sin complicaciones.

Al evitar los errores comunes y adoptar las prácticas correctas, usted no solo protege la integridad física del animal, sino que también le ofrece una experiencia menos traumática y más llevadera. Recordar que los gatos no disfrutan los viajes por naturaleza ayuda a entender que su comodidad y bienestar dependen directamente de las decisiones que usted tome antes, durante y después del trayecto.

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