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En Mairangi Bay, un tranquilo vecindario costero de Auckland, Nueva Zelanda, un gato ha acaparado la atención de residentes y medios por una peculiar razón: roba ropa. Leo, un felino de apenas 15 meses, ha sido apodado “Leonardo da Pinchy” por su insaciable afición a llevarse prendas ajenas, entre las que se cuentan bóxers de seda, calcetines de trabajo e incluso un suéter de cachemira nuevo, valorado en 181 dólares.
El hábito comenzó hace un año. Desde entonces, su dueña, Helen North, ha recurrido a un grupo de WhatsApp y a una página local de Facebook para devolver los artículos a sus legítimos dueños. La lista de objetos robados es variada e insólita: además de ropa interior, el gato ha llegado a arrastrar hasta su casa una serpiente de peluche de metro y medio de largo.
Lejos de generar molestias, los robos han convertido a Leo en una celebridad local. “Todos nuestros vecinos piensan que es increíble. Algunos incluso se sienten decepcionados de que no les haya robado nada”, dijo North a la agencia AP.
La dueña ha intentado frenar la conducta, dejando ropa a propósito en casa y manteniéndolo puertas adentro, pero el gato solo parece interesado en lo ajeno. Aunque le han sugerido conseguirle un compañero felino para distraerlo, North se niega: “Podría enseñarle al otro gato a hacer lo mismo”.
“Espero que se le pase, porque no quiero lidiar con esto durante 15 años. Es mucho trabajo administrativo”, concluyó entre risas.
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