Gato no para de maullar para llamar la atención de su dueño (video)

Esta actitud, reforzada por la atención que recibe, lo posiciona como una figura entrañable y espontánea en la cultura digital actual.

Foto: @cheetotheorangekitty

Con apenas unos maullidos, repetitivos, insistentes y llenos de personalidad, Cheeto se ha convertido en uno de los gatos más queridos del internet. Este felino de pelaje naranja y 16 años de edad ha enamorado a miles de usuarios gracias a su inusual habilidad para “conversar” con su humana, una característica que lo ha llevado a convertirse en una auténtica celebridad de las redes sociales.

Desde agosto de 2024, cuando comenzaron a circular los primeros videos en TikTok, las redes se han inundado de clips donde Cheeto aparece “dialogando” con su dueña. Aunque sus palabras no sean comprensibles, su intención de comunicarse es inconfundible. En cada grabación, ya sea desde la cama, sobre un escritorio o entre libros y teclados, este minino exige atención con maullidos expresivos que varían en tono y frecuencia.

Uno de los videos más populares, titulado “mi locutor favorito”, muestra un intercambio de maullidos y respuestas que provocó cientos de comentarios como: “¡Qué maullador tan lindo!” o “el mío solo maúlla cuando tiene hambre”. Otro clip, llamado “Pro yapper”, muestra al felino recostado sobre unas sábanas rosadas, en plena charla con su cuidadora. La interacción ha sido descrita como tierna, divertida y sorprendente.

Con más de 491.9 mil seguidores en TikTok y 59.6 millones de “me gusta”, la cuenta @cheetotheorangekitty sigue ganando popularidad. En Instagram también suma cerca de 81.9 mil seguidores, quienes disfrutan de publicaciones donde Cheets, como también lo llama su dueña, protagoniza escenas cotidianas que siempre terminan con él como centro de atención.

“Como cuando vives con un gato parlanchín” o “nadie necesita despertador con un gato naranja que solo quiere que le rasquen la cabeza”, son algunas de las frases que acompañan los clips más virales. Su humana ha compartido que no importa la hora ni la actividad, Cheeto siempre encuentra una forma de participar: ya sea mientras ella estudia, trabaja o simplemente intenta descansar.

Pero detrás de cada maullido hay algo más que entretenimiento. El comportamiento constante de Cheeto evidencia una personalidad afectiva y activa. Su deseo por interactuar y ser escuchado ha generado un vínculo emocional con quienes lo siguen, convirtiéndolo no solo en un gato “gracioso” o “curioso”, sino en una figura representativa del afecto animal y su capacidad de conexión con los humanos.

Cheeto no solo entretiene, también despierta ternura, empatía y muchas sonrisas. Y aunque sus “conversaciones” puedan parecer simples ruidos, para sus fans no hay duda: Cheets tiene mucho que decir.

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