¿Los gatos negros traen buena o mala suerte?

A los gatos negros, por el color de su pelaje, se les atribuyen numerosas supersticiones. Tal vez las más reconocidas son aquellas que los vinculan con la brujería o la mala suerte. Sin embargo, también existen las que los consideran amuletos de buena suerte, o creen en su capacidad de mediar para mejorar algunos aspectos de la salud de las personas.

En la Edad Media, cuando inició la persecución hacia las mujeres que eran acusadas de brujas, los gatos negros fueron integrados a esa narrativa contraria al pensamiento dominante, que estaba fuertemente influenciado por la religión. De allí también se dio la asociación de estos animales con la mala suerte.

(También puede leer: ¡Cinco datos que no sabía sobre los gatos negros!)

De acuerdo con Lynne McNeill, en un capítulo del libro ¿Qué son los animales para nosotros?, esto no pasó únicamente en las sociedades cristianas. Además de ocurrir en Europa y Estados Unidos, también existe evidencia de esto en Egipto e India. Esto se mantuvo hasta finales del siglo XVII, cuando empezaron la surgir las primeras asociaciones de los gatos negros con la buena suerte y la salud.

Según cuenta Harry Oliver en su libro Gatos negros e inocentes - El origen de los cuentos de brujas y las supersticiones en nuestra vida cotidiana, a partir del siglo XVIII empezaron a surgir creencias relacionadas con la buena suerte de estos gatos, haciendo contrapeso a una larga tradición.

(Le puede interesar: ¿Qué razas de gato no tienen pelo?)

McNeill también cuenta cómo en algunas sociedades, como la estadounidense, diferentes creencias vinculaban a los gatos negros con la posibilidad de casarse, e incluso se les atribuía la capacidad de predecir quién sería la próxima persona en contraer matrimonio dentro de un grupo. Así mismo, una superstición vinculaba a los gatos con la fertilidad y la posibilidad de tener hijos.

Aunque de lado y lado han sido muchas las creencias relacionadas con los gatos negros, desde la ciencia no se ha encontrado evidencia sobre alguna relación entre el pelaje de estos animales y acontecimientos, ya sea positivos o negativos, en la vida de las personas. Tal como los de su especie, los gatos negros hacen parte de los animales domesticados que brindan compañía en el hogar y que hacen parte de millones de familias.

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A los gatos negros, por el color de su pelaje, se les atribuyen numerosas supersticiones. Tal vez las más reconocidas son aquellas que los vinculan con la brujería o la mala suerte. Sin embargo, también existen las que los consideran amuletos de buena suerte, o creen en su capacidad de mediar para mejorar algunos aspectos de la salud de las personas.

En la Edad Media, cuando inició la persecución hacia las mujeres que eran acusadas de brujas, los gatos negros fueron integrados a esa narrativa contraria al pensamiento dominante, que estaba fuertemente influenciado por la religión. De allí también se dio la asociación de estos animales con la mala suerte.

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De acuerdo con Lynne McNeill, en un capítulo del libro ¿Qué son los animales para nosotros?, esto no pasó únicamente en las sociedades cristianas. Además de ocurrir en Europa y Estados Unidos, también existe evidencia de esto en Egipto e India. Esto se mantuvo hasta finales del siglo XVII, cuando empezaron la surgir las primeras asociaciones de los gatos negros con la buena suerte y la salud.

Según cuenta Harry Oliver en su libro Gatos negros e inocentes - El origen de los cuentos de brujas y las supersticiones en nuestra vida cotidiana, a partir del siglo XVIII empezaron a surgir creencias relacionadas con la buena suerte de estos gatos, haciendo contrapeso a una larga tradición.

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Aunque de lado y lado han sido muchas las creencias relacionadas con los gatos negros, desde la ciencia no se ha encontrado evidencia sobre alguna relación entre el pelaje de estos animales y acontecimientos, ya sea positivos o negativos, en la vida de las personas. Tal como los de su especie, los gatos negros hacen parte de los animales domesticados que brindan compañía en el hogar y que hacen parte de millones de familias.

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