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Las altas temperaturas pueden representar una amenaza para los gatos, quienes tienen una capacidad limitada para refrescarse con el sudor, por lo que pueden terminar sufriendo de forma excesiva por el calor.
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El portal The Healthy Pet Club asegura que, entre las principales estrategias para evitar un calor excesivo en gatos, se encuentra el asegurar que el felino tenga agua fresca siempre disponible, además de brindar un espacio fresco y bien ventilado para el animal. Además, si el animal suele encontrarse por fuera del lugar, es necesario asegurar un espacio con sombra, desde la mañana hasta la tarde.
En el interior del hogar, se puede utilizar el aire acondicionado, ventanas abiertas, o abanicos que ayuden a disminuir la temperatura de las habitaciones. Además, se debe asegurar de que el pelo del felino no tenga enredos, pues el cabello enmarañado puede terminar atrapando el calor. De hecho, es profundamente recomendable cortarle el pelo a un gato que tiene un pelaje demasiado largo.
El portal mencionado anteriormente también recomienda envolver un paquete de hielo en una toalla y ponerlo en el lugar en donde su gato suele dormir. También, es esencial no dejar a un gato en el interior de un carro, incluso con las ventanas abiertas, pues las temperaturas en su interior pueden aumentar de forma descontrolada.
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Los gatos deben contar con un espacio fresco para descansar del sol, especialmente en las horas más cálidas del día, incluso si viven en el interior del hogar. La Fundación Affinity también recomienda que los felinos no realicen ejercicio en los días más calurosos, pues en las horas más cálidas del día, los felinos se vuelven menos activos.
Algunos felinos pueden encontrar los lugares más frescos para descansar, como lo pueden ser la bañera o el lavabo, en donde suelen refugiarse cuando la temperatura es demasiado alta. El refrescar a los gatos con toallas húmedas, desde la cabeza hasta el torso, lo cual no suele molestarlos demasiado.
Algunos felinos pueden comenzar a mostrar señales cuando están sufriendo un golpe de calor, o cuando la temperatura ya está superando su resistencia. Por ejemplo, la Fundación Affinity asegura que el felino puede ponerse nervioso, empezar a jadear, salivar en exceso, temblar, tambalear, vomitar y sus encías pueden comenzar a parecer de un color más oscuro e intenso de lo normal.
Según el portal, los gatos que tienen mayores probabilidades de sufrir un golpe de calor son los de cara chata, los gatos que ya son mayores, los que padecen de enfermedades cardiacas, e, incluso, de problemas respiratorios.
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¿Qué hacer si mi mascota tiene un golpe de calor?
Es esencial intentar llevar a su mascota a una clínica veterinaria. No obstante, si esto no es posible de manera inmediata, lo primero que debe hacer el propietario es bajar la temperatura del animal. La clínica veterinaria Kivet tiene 5 recomendaciones principales para lograr esto:
- Refrescarlo con agua (la cual no debe necesariamente estar fría). Esto también puede realizarse con paños húmedos.
- Abanicarlo o ponerlo cerca de un ventilador.
- Ofrecer cubitos de hielo para que los chupe.
- Mantenga a su mascota hidratada, ofreciéndole agua de forma continua.
- Las almohadillas son el sistema de autorregulación de los perros, por lo que sería bueno humedecer esta zona con el hocico, la cabeza, el cuello y las axilas.
El portal también recomienda no bajar la guardia, pues los órganos internos podrían presentar daños. Por ello, es esencial que lo vea un profesional.
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El portal Purina recomienda evitar cubrir el cuerpo de la mascota con toallas, o prevenir las temperaturas extremas, como los baños de agua demasiado fría o el uso de cubitos. Este tipo de medidas solo deben realizarse con una recomendación profesional que las respalde.
Cuando el propietario se encuentre en la clínica veterinario, es necesario describir con detalle el episodio que ha sufrido su perro o gato. De esta manera, el veterinario podría explorarlo con detenimiento, controlar su situación para mantenerlo fuera de peligro y realizar el análisis de sangre con el fin de determinar si se han producido afectaciones a nivel interno.
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