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Cuando un gato araña a una persona, no significa directamente que le cause conflicto su presencia. Pues, también puede expresarse con este gesto hacia sus tutores o personas con las que ha convivido toda la vida. A continuación encontrará las explicaciones de por qué los felinos prefieren rasguñar a algunas personas y a otras no, dependiendo de lo que quieren comunicar, según explica ExpertoAnimal.
Por problemas de salud: si la mascota prefiere rasguñar a sus tutores, en vez de desconocidos, lo mejor es llevarlo a un veterinario para descartar problemas que están siendo expresados con conductas agresivas, como puede ser rasguñar. Así que es probable que el felino ponga firmemente sus garras sobre su ser humano favorito o a quien le tenga mucha confianza, ya que podría tratarse de problemas en las articulaciones o fallas neurológicas que deben ser atendidas.
Al buscar juego y diversión: asimismo, puede ser que los rasguños aparezcan cuando el felino busque juego con los tutores o personas cercanas. Ya que el gatico, desde pequeño, puede rasguñar sin intensiones de hacer daño y de una forma que le ocasiona diversión. No obstante, si esta conducta no se empieza a corregir, paulatinamente, puede aparecer en el futuro, cuando las patas de la mascota tienen más estructura y ocasionan daño a las personas.
Será normal que los gatos prefieran buscar entretenimiento exclusivamente con sus tutores. En este caso, si su mascota se acerca con juguetes en la boca o el ánimo de revolcarse, puede despreocuparse porque solo busca formas de pasar el tiempo y estrechar la relación con las personas que lo rodean.
Con sensaciones negativas por parte del gato: los rasguños no solo afectan a las personas de la casa o a quienes el gato estima. Pues, este comportamiento también puede expresarse cuando hay sensaciones negativas en el animal, como el temor. Esto hace sentir al peludo que no tiene escapatoria y lo conducen a atacar con sus garras solo a personas de las que desconfía o que implican una amenaza para el felino.
Agresión territorial: del mismo modo aparece la agresión territorial cuando un humano se entromete en un espacio de la casa que el gato considera propio, por lo que esta criatura saca las garras, ya que interpreta que una persona que no es bienvenida podría quitarle su territorio. Este tipo de agresión ocurre hacia extraños o personas que no suelen ir a su hogar.
Por dominancia: el gato puede lanzar uno que otro rasguño a sus dueños, porque, desde su perspectiva, los ve como si fueran otras mascotas y requieren mostrar superioridad en la jerarquía del hogar. Así que en ocasiones lo hacen con expresiones bruscas como los rasguños.
