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Los gatos son animales inteligentes, curiosos, juguetones y cariñosos, características que los convierten en mascotas ideales para cualquier hogar. Sin embargo, en ocasiones, también pueden llegar a mostrar comportamientos de agresividad, lo que resulta desagradable y problemático para muchos cuidadores. En estos casos, lo mejor es conocer las posibles razones de estas conductas indeseadas para poder actuar a tiempo.
De acuerdo con el portal especializado en mascotas Pets bioforestal, la mayoría de los ataques de gatos ocurren cuando se juega con ellos. Muchos cuidadores acostumbran a usar las manos para jugar con sus mininos y, aunque esto puede parecer inofensivo, en realidad es una muy mala acción. Con el tiempo, los felinos comienzan a asociar las manos de las personas con elementos de caza y adoptan el hábito de morderlas u arañarlas.
Por otro lado, existen situaciones en las que los gatos atacan a sus dueños por fuera de la rutina de juego. En la mayoría de casos, las personas están tranquilas viendo el celular, la televisión o simplemente durmiendo, cuando sus mininos los comienzan a morder y arañar sin razón aparente. Según Pets bioforestal, este comportamiento puede darse por diferentes razones, entre las que se encuentran:
- Enfermedad: cuando un gato siente dolor o tiene alguna molestia física, es normal que se vuelva más arisco y quiera evitar todo tipo de contacto. En este tipo de casos es importante llevarlo al médico veterinario para descartar esta causa.
- Estrés: en muchas ocasiones los gatos manifiestan su estrés y ansiedad a través de conductas agresivas con sus cuidadores. En estos casos, es esencial descubrir la causa de estos sentimientos. Algunas de las más comunes son las mudanzas, los cambios en la rutina, la llegada de un integrante nuevo a la familia y los ruidos fuertes.
- Miedo: esta es una de las causas más habituales de los ataques felinos. Cuando un gato se siente amenazado y no tiene ninguna forma de escapar del lugar, opta por atacar. Es importante respetar el espacio del animal y no generarle un ambiente que lo agobie o asuste.
- Territorialidad: la agresión territorial es un tipo particular de agresión felina en la que el gato se muestra hostil y agresivo hacia personas extrañas cuando siente que su espacio es invadido. Estos ataques por lo general vienen acompañados de orina, que es otra forma en la que estos animales marcan territorio.
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