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Entre tantos mitos que hay sobre los gatos, tal vez el más conocido es aquel que los cataloga como seres muy independientes. Esto hace que personas malintencionadas no tengan remordimiento a la hora de abandonar a estos peludos, dando por seguro que van a sobrevivir sin apoyo humano. Pero no es cierto. Los gatos son animales domésticos, es decir, dependientes de sus tutores.
En realidad, de acuerdo con lo que explica el portal ExpertoAnimal, especialistas en mascotas, es que los felinos pueden echar de menos a sus dueños. De hecho, cuando una de estas mascotas no ve a su tutor, puede sentir estrés, dejar de tomar agua, comer y, en casos extremos, morir cuando son abandonados a su propia suerte y sin la ayuda de ningún humano.
¿Qué hacer entonces?
Si solo sale por determinados momentos de su hogar, lo mejor que puede hacer, para evitar que el gato se altere, es crear rutinas para que se acostumbre a los periodos de tiempo en que no pueda estar con él.
Esto es necesario porque los gatos no son animales de manada, pero establecen un vínculo muy importante con su humano favorito.
Asimismo, los felinos pueden experimentar aburrimiento y tristeza. Por ello es crucial que le deje juguetes, rascadores, entre otros distractores que harán que la ausencia de su tutor no les afecte tanto.
En todo caso, si nota que hay más respuestas reactivas, llanto desbordado, entre otras, lleve a la mascota a revisión con un veterinario. Pues, podría tratarse de apego ansioso, lo que significa que la criatura sufre al separarse de su dueño, aunque sea por un rato.
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