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¿Qué significa que un gato tenga las orejas calientes?

Debe estar pendiente de los comportamientos de su felino para saber si se trata de una enfermedad o si hay que llevarlo al veterinario.

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La Red Zoocial
19 de mayo de 2024 - 12:00 p. m.
Los gatos son muy sensibles a los cambios de temperatura.
Los gatos son muy sensibles a los cambios de temperatura.
Foto: Pexels
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Si al tocar las orejas de su felino las siente calientes, no se alarme, ya que puede tratarse de una temperatura normal en su cuerpo o puede que el peludo haya estado tomando el sol o que estuviera cerca de alguna fuente de calor que ocasione el incremento de la temperatura.

Cuando ocurra esto y, además, el gato tenga sus orejas de un tono rojizo, puede apartarlo de la zona cálida en la que está y llevarlo a un lugar fresco, así como intentar que beba agua, ya que estos animales son sensibles a los cambios de temperatura, según explica Advance, especialistas en mascotas.

Si luego de un rato, el estado de las orejas del felino no cambia, podría ser un indicador de que el animal estaría sufriendo de un desequilibrio en su salud. ¿Cuándo preocuparse? Si aparecen más síntomas como fiebre, lo recomendable es acudir con un veterinario para que diagnostique al animal. Asimismo, si la mascota deja de comer o tomar agua, mientras que sus orejas están calientes.

Solo tenga en cuenta que la temperatura normal de los felinos es más elevada que la que tienen las personas. Es decir, que está entre los 38 y los 39,5 ℃, explican los expertos. Para medir la temperatura de todo el cuerpo de la mascota tiene que usar un termómetro, colocando vaselina en la punta e introduciéndolo vía rectal.

Si el gato además de las orejas calientes tiene fiebre y está enfermo, seguramente mostrará otros síntomas, entre los que pueden encontrarse los siguientes:

  • Cansancio y aislamiento: si ve que está escondido o sin ganas de moverse ni de jugar, especialmente si suele ser muy activo, tómeselo como un aviso de que algo no va bien.
  • Nariz seca: los gatos tienen la nariz húmeda y, cuando se les resaca, puede deberse a que tienen fiebre, aunque este no sea un síntoma concluyente.
  • No quiere comer ni beber agua. si su compañero no quiere comer o bebe agua menos de lo habitual, puede estar padeciendo algún problema de salud.
  • Maullidos tipo llanto o queja: las vocalizaciones distintas a las habituales pueden ser su forma de llamar su atención y de decirle que le sucede algo.
  • Pelo sin brillo y falta de acicalamiento: los felinos son animales muy limpios. Si su gato, además de tener las orejas calientes, no está cumpliendo con su ritual de acicalamiento normal, es que algo le pasa.
  • Vómitos, diarrea o estreñimiento: estos síntomas son graves y son motivo de visita urgente al veterinario. Este podrá realizarle una exploración y diagnosticar la patología que está causándole el malestar a su compañero.

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