
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Si tiene un gato, probablemente se haya encontrado más de una vez hablándole, diciéndole cuánto lo quiere o simplemente dándole una orden. Pero, ¿realmente su felino lo está entendiendo? Aquí le contamos lo que nos dice la ciencia sobre su capacidad para escucharnos y comprendernos.
Un estudio reciente de la Universidad Paris Nanterre, en Francia, investigó si los gatos realmente nos prestan atención. Para ello, los investigadores reunieron a 16 gatos domésticos y les reprodujeron grabaciones de la voz de su dueño. A veces, la voz hablaba directamente al gato, como cuando nos dirigimos a ellos con esa voz tierna y especial. Otras veces, la voz hablaba a otro humano, usando un tono más neutral. Los resultados fueron sorprendentes: los gatos respondieron de manera diferente según el tipo de grabación que se reprodujera.
Esto sugiere que los gatos no solo nos escuchan, sino que también prestan atención a cómo les hablamos. Pueden notar la diferencia entre el tono que usamos con ellos y el que usamos con otras personas. No se trata solo de reconocer nuestra voz, sino de identificar cómo ese tono cambia dependiendo de a quién nos estamos dirigiendo.
Según investigaciones recientes, “los gatos podrían ser capaces de distinguir algunas palabras específicas que dicen sus dueños, aunque esto solo ocurre en situaciones muy concretas”, como sugiere la doctora Paola Cuevas, colaboradora de Catster. Sin embargo, la mayoría de las veces, los gatos parecen ignorar lo que les decimos, ya que solo reconocen ciertas palabras clave como su nombre o ciertas ordenes simples.
¿Qué tanto nos entienden los gatos?
Conforme a lo que indica la Dra. Cuevas, “aunque los gatos pueden reconocer el sonido de su nombre y la voz de sus dueños, no entienden el lenguaje humano”. No hay evidencia científica que compruebe que todo lo que se les diga tenga un significado para ellos, a menos que se asocie una palabra con una consecuencia. En este caso, la palabra adquirirá un significado para el gato, ya que sabrá que algo específico sucederá tras escucharla.
Por ejemplo, un gato puede aprender a responder a una palabra porque sabe que está relacionada con algo que le afectará, como la hora de la comida o la llegada de una caricia. Sin embargo, otras palabras que no desencadenan una acción o consecuencia directa no tendrán el mismo impacto.
Entendiendo la forma en cómo su gato lo escucha, puede mejorar la interacción con él. Recuerde llamarlo por su nombre y educarlo desde pequeño a ciertos comportamientos con palabras claves que el felino sea capaz de reconocer.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱
