Ulises, el gatito que estaba buscando comida y terminó encontrando una familia

Ulises salió de su caparazón cuando vio que las personas querían ayudarlo. Ahora ama la atención, los abrazos y sus juguetes nuevos.

Foto: Facebook: Gatitos Huérfanos Montreal

Ulises, un pequeño gatito de color gris, apareció de la noche a la mañana en la casa de Chloe, una mujer que, desde hace años, se dedica a ayudar, rescatar y dar en adopción responsable a gatos callejeros en Montreal, Canadá.

Al ver que el gatito estaba solo, despeinado, hambriento y tenía frío, Chloe le dejó un plato con agua y comida. Ulises devoró todo en segundos. Luego, se fue y regresó al siguiente día, a la misma hora, y le maulló a su salvadora para que le diera más comida.

Y, poco a poco, esto se convirtió en la rutina de Chloe. Siempre veía como Ulises llegaba cada noche y se iba luego de comer. Nunca se acercaba a ella ni hacía el intento de ingresar a la casa, desconfiaba de ella y hasta de los otros animales que también iban en busca de refugio. Hasta que un día cambió todo: Chloe empezó a notar que el pequeño gatito gris estaba empeorando y decidió ayudarlo.

La mujer instaló una trampa en su terraza y atrapó a Ulises. “Cuando se encontró en la jaula, el gatito gris ni siquiera peleó. Renunció y se dejó ir, no tenía a nadie”, dijo Chloe en redes sociales.

Lo entró a su casa y, al igual que siempre, le dio un buen plato de comida, pero en esta ocasión también le brindó la comodidad de una cama y el calor de un hogar. Ulises, quien miraba el lugar con mucha cautela, empezó a ronronear y parecía saber que, por fin, sus días en las calles habían terminado.

Al día siguiente, fue llevado a Chatons Orphelins Montréal, una red de personas que ayudan a gatos callejeros en Montreal, Canadá. Le hicieron sus respectivos exámenes veterinarios y descubrieron que era positivo al virus de la leucemia felina. También, que su cuerpo estaba cubierto con una corteza de pelo que solo era posible remover bajo anestesia.

“Ulises no tiene semilla de malicia. Es muy amable y gentil, además, tuvo suerte de haber sido liberado de su vida de callejeros”, escribió el refugio en redes sociales.

Un nuevo hogar para Ulises

A su llegada, Ulises estaba preocupado, pero nunca mostró ningún signo de agresión. Luego de que lo afeitaran y castraran, salió de su caparazón y empezó a pedir cariño a sus cuidadores.

“El simple hecho de que uno entre en la misma habitación es suficiente para que Ulises encienda su motor de ronroneo. Él ama su nueva vida segura, sale de su caparazón y muestra afecto cada vez que puede. No duda en venir a buscar su propio afecto si no ha tenido suficiente a su gusto”, explicó el recinto.

Hoy en día, según Chatons Orphelins Montréal, es difícil imaginar a Ulises sobreviviendo afuera, “pues es un gato tan dulce y tierno”. Ama las alturas y disfruta dormir la siesta en el borde de la ventana. Además, odia las puertas cerradas y cuando no le prestan atención.

“Es un pequeño con un alma vieja, tiene un carácter tranquilo, pero también tiene sus momentos juguetones, le gusta que le tomen tiempo para jugar con él”.

Ulises se merece lo mejor después de sobrevivir en las calles. Por esta razón, y después de un arduo proceso de recuperación tanto físico como comportamental, el pequeño gatito gris está listo para encontrar a una familia que prometa amarlo y cuidarlo para toda la vida.

Si usted busca a alguien que duerma aferrado a su lado, que lo acompañe a todo lugar y que siempre le pida mimos, Ulises es el indicado. Si quiere adoptar al pequeño animal, puede escribir a las redes sociales de Chatons Orphelins Montréal.

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