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Guacamaya se arrancó su propio pelaje por permanecer 15 años en cautiverio

El ave sufrió un estrés crónico que le generó un comportamiento autodestructivo conocido como picaje.

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La Red Zoocial
03 de febrero de 2025 - 07:23 p. m.
Estos animales muchas veces son sacados de su hábitat natural para después ser vendidos como mascotas.
Estos animales muchas veces son sacados de su hábitat natural para después ser vendidos como mascotas.
Foto: @cornare
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En muchos lugares de Colombia, tener aves silvestres en cautiverio como loros y guacamayas es una práctica bastante común debido al tráfico ilegal de fauna. Estos animales son sacados de su hábitat natural para después ser vendidos como mascotas en las carreteras del país o en algunas plazas de mercado.

Las autoridades ambientales continúan con sus campañas de concientización para que la ciudadanía sepa que estas especies no son animales de compañía y que su permanencia en hogares humanos es altamente perjudicial para su bienestar. Estas aves necesitan vivir en su hábitat natural para desarrollarse adecuadamente y cumplir con su función biológica: la dispersión de semillas en los ecosistemas.

Por esta razón, la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare, Cornare, autoridad ambiental en Antioquia, dio a conocer recientemente la historia de una guacamaya (𝘈𝘳𝘢 𝘢𝘳𝘢𝘳𝘢𝘶𝘯𝘢) que era mantenida como mascota en una casa de manera ilegal. De acuerdo con la entidad, el ave pasó 15 años en cautiverio y, como consecuencia, se encuentra en precario estado de salud.

En imágenes que compartió la autoridad ambiental se puede evidenciar que el animal presenta un grave problema en su plumaje: síndrome de picaje severo. Este trastorno es consecuencia de las malas condiciones del cautiverio, que obligaron a que el individuo se arrancara su propio plumaje debido al estrés.

De acuerdo con la autoridad ambiental, decenas de guacamayas y loros que han vivido por años en cautiverio llegan al Centro de Fauna Silvestre con estas lesiones en su plumaje debido a las condiciones precarias en las que viven. Según informó la entidad, a este individuo le espera un largo y complejo proceso de rehabilitación, como consecuencia de este grave delito.

La entidad aprovechó la situación para hacer un contundente llamado a la ciudadanía para que no fomente el tráfico de fauna silvestre que genera un daño irreparable a los animales. “Entre todos podemos ayudar, denuncia ya el tráfico o la tenencia ilegal de fauna silvestre, en la jurisdicción Cornare a través de la línea 3217811388 o el correo cliente@cornare.gov.co”, indicaron en sus redes sociales.

Las consecuencias de tener un ejemplar de fauna silvestre en cautiverio pueden ser de tipo penal, de acuerdo con lo establecido en el Código Penal Colombiano, el cual menciona que “el que con incumplimiento de la normatividad existente se apropie, introduzca, explote, transporte, mantenga, trafique, comercie, explore, aproveche o se beneficie de los especímenes, productos o partes de los recursos fáunicos, forestales, florísticos, hidrobiológicos, biológicos o genéticas de la biodiversidad colombiana, incurrirá en prisión de cuarenta y ocho (48) a ciento ocho (108) meses y multa hasta de treinta y cinco mil (35.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.

Según la ley vigente, la pena aumentará en una tercera parte cuando las especies estén categorizadas como amenazadas, en riesgo de extinción o de carácter migratorio, raras o endémicas del territorio colombiano.

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