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Los nacimientos prematuros no son exclusivos de los humanos, y un ejemplo reciente es el de Jameela, un pequeño gorila que llegó al mundo entre cuatro y seis semanas antes de lo esperado, mediante una cesárea de emergencia en el zoológico de Fort Worth (EE. UU.). Jameela es el tercer primate en estas condiciones en el centro, requiriendo cuidados como una incubadora y asistencia respiratoria.
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El parto prematuro fue necesario debido a que la madre, Sekani, presentaba signos de preeclampsia, una afección grave de presión arterial que puede ocurrir durante el embarazo en humanos y primates. La intervención rápida fue crucial, según informó el zoológico en sus redes sociales.
El bebé gorila, Jameela, pesó menos de un kilo y medio al nacer, pero con el cuidado dedicado del personal del zoológico, ha ganado más de un kilo en cuestión de días. Más de cuarenta empleados se han comprometido con su atención, y el zoológico celebra su rápido crecimiento.
Sekani también se ha recuperado completamente, aunque requirió cuidados especiales, lo que motivó la asignación de más personal para atender a esta mamá gorila. El zoológico ha colaborado estrechamente con un obstetra y neonatólogo local, el doctor Jamie Waler Erwin, cuya colaboración fue esencial para el éxito del parto prematuro. En honor a este médico, eligieron el nombre Jameela para la bebé gorila, que significa “hermosa” en swahili y es un guiño especial al doctor Jamie Erwin.
La madre, Sekani, es una gorila de 33 años en peligro de extinción. Originalmente, se esperaba que diera a luz de forma natural entre principios y mediados de febrero, según informes internacionales. Sin embargo, desarrolló síntomas de preeclampsia, incluyendo presión arterial alta, una complicación del embarazo que también afecta a humanos y primates. Ante esta situación, el equipo veterinario del zoológico optó por realizar una cesárea de emergencia, centrándose en evitar que la bebé entrara en estado crítico. Este evento marcó la primera vez que se enfrentaron a una situación así en los 115 años de historia del recinto.
“Tras pruebas que respaldaron este diagnóstico, determinamos que era necesaria una intervención para salvar a Sekani y ofrecer a su bebé la mejor oportunidad de sobrevivir”, afirmó John Griffioen, subdirector de programas y conservación de animales del zoológico.
La bebé gorila, cuyo nombre significa “bella” en swahili, nació entre cuatro y seis meses antes de lo previsto. Durante el proceso de parto, estuvo acompañada por un equipo de resucitación y estabilización, así como apoyo respiratorio posterior al nacimiento.
Después de la intervención, el equipo del zoológico intentó varias veces reunir a la cría con su madre, pero Sekani mostró poco interés en cuidar de la bebé. Aunque es difícil determinar la razón, los expertos sugieren que la falta de un parto natural y los cambios hormonales podrían haber afectado el interés de Sekani en Jaamela. El equipo continúa proporcionando todos los cuidados y alimentación necesarios para garantizar la salud y el bienestar de la cría.
Tras dos semanas de intentos sin éxito para la reunificación, se tomó la decisión de entrenar a otro gorila, Gracie, para que actúe como madre subrogada de Jameela. El proceso está en marcha, y los cuidadores observan que Gracie muestra un fuerte instinto maternal, brindando apoyo crucial a Jameela.
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Se espera que pronto puedan introducir a la “gorila milagro” al resto del grupo, compuesto por siete individuos de su misma especie.
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