La Ley Lorenzo: un paso decisivo para la protección de perros en seguridad privada

Padilla también destacó que, por primera vez, los contratantes tendrán responsabilidad directa sobre las condiciones de los perros utilizados en seguridad.

Foto: Pexels

La Ley Lorenzo, que busca proteger a los perros empleados en labores de seguridad y vigilancia privada, fue aprobada este martes en el Congreso de la República. Esta ley, impulsada por la senadora Andrea Padilla, busca poner fin al maltrato y las condiciones inadecuadas que enfrentan miles de animales en estas actividades.

La iniciativa, que lleva el nombre de Lorenzo, un perro de servicio que sufrió graves abusos en su trabajo, fue celebrada por sus proponentes como un avance crucial para garantizar el bienestar de estos animales.

Tras la aprobación, la senadora Andrea Padilla expresó su emoción en redes sociales: “¡La #LeyLorenzo que protegerá a los miles de perritos usados en seguridad y vigilancia privada es una realidad! Por ellos, por Ángel, por todos los animales, el mandato es persistir”.

En un video compartido en redes sociales, el representante a la Cámara por Antioquía, Daniel Carvalho, también se mostró entusiasta por la aprobación de la ley: “Acabamos de aprobar una nueva ley de la República, muy bonita, muy pertinente, referente a todos esos perritos que día a día prestan servicios de seguridad”, comentó Carvalho, quien destacó la importancia de la legislación para mejorar las condiciones de los perros utilizados en seguridad privada.

Por su parte, Andrea Padilla destacó en el mismo video el arduo trabajo detrás de la ley: “Es una ley con la que buscamos cambiar radicalmente las condiciones de uso de los perritos en seguridad y vigilancia privadas”, aseguró.

La legisladora explicó que la ley incluye medidas clave, como la obligación para las empresas de seguridad de tener un plan de bienestar integral para los perros, un plan de retiro para ellos y la reducción de la edad de utilización de ocho a seis años.

Padilla también destacó que, por primera vez, los contratantes tendrán responsabilidad directa sobre las condiciones de los perros utilizados en seguridad. “A veces denuncian que un centro comercial tiene un perrito en malas condiciones, y el centro comercial dice ‘eso no es mi asunto, eso es de la empresa’. Pues no, ahora es un asunto compartido”, enfatizó.

Aunque reconoció que el ideal sería que no se usaran perros en estas actividades, Padilla explicó que la ley representa un paso progresivo: “Es de esos temas, que uno quisiera decir que no los usen de ninguna manera, pero entendemos que en la sociedad hay que avanzar de manera progresiva”.

Este logro legislativo marca un antes y un después en la protección animal en Colombia, y se espera que las empresas de seguridad implementen con seriedad las nuevas regulaciones para garantizar el bienestar de los perros que prestan sus servicios en este sector.

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