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Cuando Jean rescató a Fabio, sabía que su aspecto “poco convencional” haría difícil encontrarle un hogar. Lo que no imaginaba era que, al hacerle una prueba de ADN, descubriría algo totalmente inesperado sobre él.
Según Amomeupet, Fabio tenía unos 15 años cuando fue rescatado en condiciones alarmantes. Su cuerpo casi no tenía pelo, su boca estaba llena de dientes podridos y su olor era tan fuerte que Jean debía encender velas perfumadas cada vez que él comía. Todo indicaba que había tenido una familia durante la mayor parte de su vida, pero que, al envejecer y “perder su atractivo”, fue abandonado cruelmente.
Luego de ser rescatado, en su primera visita al veterinario, descubrieron que estaba completamente ciego y que su incontinencia se debía a un enorme cálculo en la vejiga. También tuvo que someterse a una cirugía para extraerle 21 dientes totalmente dañados, que provocaban un fuerte olor cada vez que comía.
Pero más allá de su recuperación física, había algo en él que despertaba curiosidad. Su apariencia lo hacía parecer un perro crestado chino, pero algo no terminaba de encajar. Para despejar dudas, Jean decidió hacerle una prueba de ADN y el resultado fue totalmente inesperado.
Fabio no tenía ni una sola gota de crestado chino en su genética, como se creía por no tener pelo. En realidad, es una mezcla de pequinés y Jack Russell. “Me sorprendí cuando recibí el resultado”, confesó Jean a Amomeupet.
Aunque su pasado fue difícil, Fabio ha encontrado en Jean un hogar donde pasar el resto de su vida en paz. Con amor y cuidados, se espera que este particular perrito pueda vivir sus últimos años en total confort y bienestar.
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