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Los perros han sido fieles compañeros de los humanos a lo largo de milenios, mereciéndose el título de “mejor amigo del hombre” por diversas razones. Estos animales son capaces de forjar lazos profundos con sus dueños, además de depender de su compañía para la alimentación y el cuidado que requieren.
Cuando un perro salta emocionado al ver llegar a su propietario a casa, es una clara señal de su felicidad al volverse a encontrar con él. Si además lame las manos y la cara, trae su juguete favorito o incluso se emociona demasiado, es evidente que está expresando su amor y afecto hacia su dueño.
Investigaciones también han demostrado que el contacto visual entre canes y humanos puede desencadenar en la liberación de oxitocina, conocida como “la hormona del amor”, lo cual fortalece el vínculo entre ambas especies. Esta hormona también se libera en momentos de profunda confianza, como las interacciones entre una madre y su hijo.
Algunos canes también demuestran su cariño a través de abrazos nocturnos y el dormir con sus propietarios durante la noche. Otros perros incluso pueden preferir dormir en la habitación de noche de su dueño, incluso si no los dejan subirse a la cama. Perseguir y buscar a su propietario es una clara señal de que necesita de su compañía para estar feliz.
Los juegos de lucha, pelea y los simples brincos y el revolcarse juntos es una excelente manera de fortalecer el vínculo con un animal de compañía. Cuando un can quiere participar en actividades con las personas de acompañamiento, también está mostrando su afecto.
Una cola que se menea suele estar unida a un perro demasiado contento. El movimiento de la cola puede tener varios significados, pero si las personas tienen una buena relación con un cachorro, es bastante seguro que sus movimientos de cola sean una expresión de alegría pura al ver a su dueño.
Por último, los perros tienden a compartir sus posesiones más valiosas con quienes aprecian. De hecho, sus juguetes suelen ser uno de los pocos objetos que consideran “suyos”, lo que demuestra su confianza al llevarlos a sus dueños.
Este comportamiento también puede indicar que el perro se aburre sin la compañía de su dueño, por lo que le muestra sus juguetes como una invitación a jugar juntos.
