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Una emotiva sorpresa conmovió hoy a los espectadores y participantes de La Casa de los Famosos, cuando Bruno, el perro de Mateo Varela, ingresó al programa para reencontrarse con su dueño tras casi tres meses de separación, el tiempo que los concursantes llevan completamente aislados del mundo exterior.
El momento ocurrió durante la dinámica de “congelados”, una actividad en la que los participantes deben quedarse completamente inmóviles mientras reciben visitas. En medio del silencio, Bruno entró a la casa y al instante reconoció a Mateo. Saltó sobre él y movió la cola con entusiasmo. Fue un reencuentro lleno de alegría que desbordó emoción tanto en el participante como en quienes observaban.
Segundos después, Mateo fue habilitado para moverse y así poder abrazar a su mascota. Corrieron juntos por la casa, jugaron, hicieron algunos trucos y compartieron uno de los momentos más emotivos que ha vivido el programa. Los demás participantes, aún congelados, miraban conmovidos.
Luego de unas advertencias, como evitar gritar o hacer ruidos fuertes para no alterar al animal, el resto fue autorizado a moverse. Todos se acercaron con ternura a acariciar a Bruno, quien se robó el corazón del programa.
Días antes del reencuentro, Mateo había compartido detalles sobre su perro: “Brunito es un perrito muy sentimental (...) Le gusta que lo abracen, es muy tierno”. También reveló una de sus costumbres más peculiares: Bruno tiene el hábito de llevar objetos en su boca como regalos a los visitantes de su casa.
El participante contó que el vínculo entre ambos comenzó cuando el cuñado de Mateo, por motivos de trabajo, tuvo que viajar por un largo tiempo. Fue entonces cuando su hermana llevó al perrito a vivir con él. Desde entonces, Bruno se convirtió en parte fundamental de su vida.
Este tipo de visitas de animales de compañía a los participantes no es nuevo en el formato. El año pasado, durante una temporada anterior de este mismo programa, dos cachorros golden retriever también ingresaron a la casa como parte de una estrategia de apoyo emocional.
En ambos casos, los resultados fueron evidentes: la presencia de los animales generó un ambiente de alivio, ternura y conexión emocional entre los concursantes, disminuyendo notablemente los niveles de estrés y ansiedad acumulados por el aislamiento. La interacción con un animal de compañía no solo brinda consuelo, sino que también fortalece el bienestar mental, lo que confirma, una vez más, el papel invaluable que estos seres cumplen en la vida de las personas.
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